El mercado sigue castigando, reunión tras reunión del Banco Central Europeo, a Bankia y Sabadell a pesar de que José Ignacio Goirigolzarri y Josep Oliu ya han dicho por activa y por pasiva que sus respectivos bancos tienen capacidad suficiente para hacer frente a más tiempo con tipos en negativo. ¿Pero es esto sostenible?
Sabadell cayó un 5% en Bolsa este jueves y Bankia, un 4,24%, después de que Mario Draghi advirtiera que la primera subida de tipos no iba a darse hasta al menos el primer semestre de 2020 y tras confirmar que parte del consejo del BCE abogaba por recortar aún más la facilidad de deposito, que actualmente se encuentra en un -0,4%.
Meses atrás el mercado barajó la idea de que el supervisor europeo tomara la decisión de escalonarlo, al estilo de Japón, pero esa idea se desechó rápidamente. Este jueves, el presidente del BCE terminó de rematar la propuesta cuando subrayó que no hay impacto desfavorable en la rentabilidad de los bancos. Cuando se abrió la puerta a mejorar la facilidad de depósito siempre se condicionó a comprobar que tenía un efecto negativo en las entidades.
El precio de las hipotecas seguirá estando inusualmente bajo
Con esto, Draghi azota otro golpe a la banca, ya que el precio de las hipotecas seguirá estando inusualmente bajo y les seguirá cobrando un 0,4% por tener su dinero depositado.
Bancos como Sabadell, Bankia y Bankinter auguraban que el euribor, el tipo de interés al que está ligado el 90% de las hipotecas en España, volvería a niveles positivos para el 2019, pero lo cierto es que aún tendrán que esperar para ver esta tasa en positivo.
Bankinter, por ejemplo, estimaba que el euribor a 12 meses, rondaría el -0,12% hasta el cierre del año. Pero anticipaba para el 2019 una subida que lo situaba entre un 0% o un 0,4%. Bankia lo fijaba en el 0,29%, al igual que Sabadell. Este último, esperaba que la primera subida del BCE se realizara en marzo de 2019, una opción que ya se ha encargado Draghi de descartar.
Todo esto se reflejaba en ambos planes estratégicos, en los que se apoyan los resultados deseados por cada entidad en la subida del euribor, y que esta nueva decisión del BCE hace que desaparezca.
Y es que, lo que es bueno para el bolsillo del consumidor, no lo es tanto para el de la banca, ya que le toca aguantar otro año más -como mínimo- ganando menos de lo que podrían por sus hipotecas.
Los bancos tienen capacidad
Goirigolzarri subrayó en un encuentro con periodistas previo a la junta general de accionistas del banco que preside que "Bankia mantiene su compromiso de dar un beneficio de 1.300 millones de euros en tres año y retribuir al accionista con 2.500 millones en ese mismo trienio".
"Cuando uno mira la curva de tipos y la compara con la del plan se confirma que la curva es más plana de lo prevista", reconoció Goirigolzarri, a la vez que agregó que en el banco les gusta diferenciar entre "las cosas que dependen de nosotros y las que no". Con las primeras está satisfecho y de las segundas lamentó no tener poder para cambiarlo.
El banquero añadió que la ampliación de su base de clientela, con los 120.000 clientes captados en 2018; el incremento de fondos concentrado en la segunda parte del año y la captura de sinergias de 190 millones de euros, que han adelantado un año, al igual que la reducción de los activos improductivos (6.000 millones de euros en 2018 de los 9.000 millones que contempla el plan).
En el caso de Sabadell, el banco ha ganado tiempo tras atrasar todos su plan un año más. Por lo que la segunda mayor caída en Bolsa de la entidad este año puede deberse a una sobrerreacción del mercado. Oliú ya lo dijo: "los analistas que dicen esto, perdónales señor que no saben de lo que hablan".
La visión del mercado
El consenso de analistas consultados por Vozpópuli coincide en que las medidas tomadas por el supervisor son positivas para asegurar que se llegue algún día a la normalización monetaria, pero a coste de "ahogar" más a los bancos.
La presión no viene sólo por la tasa de depósito, que la preocupación ahora es que no la bajen más, sino por la nueva subasta de liquidez, el TLTRO III, que se ha dado bajo unas medidas más restrictivas. Esta nueva fase de préstamo de dinero se hará con un pago del 0,3% del BCE a los bancos y si no se llega a la masa crítica, las entidades tendrán que pagar un 0,1%. En TLTRO anteriores, el supervisor pagaba un 0,4% y a los bancos no se les penalizaba. Sea como fuere, fuentes financieras recalca que a los bancos no les hace falta más liquidez porque el problema actual es de demanda.
"En el pasado, los tipos negativos han sido favorables para reactivar los préstamos, pero llega un momento que esto no se puede sostener", recalcan las mismas fuentes.
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