El Banco Central Europeo (BCE) quiere que los bancos de la zona euro "recalculen" sus planes de distribución, la capacidad de las entidades de pagar dividendos o llevar a cabo recompras de acciones, para tener en cuenta el sustancial deterioro de las perspectivas macroeconómicas a raíz de la invasión de Ucrania y que ha puesto sobre la mesa el riesgo de recesión derivado de la potencial imposición de un embargo a la energía procedente de Rusia.
En su comparecencia ante el Parlamento Europeo, el presidente del Consejo de Supervisión del BCE, Andrea Enria, ha asegurado que en general el escenario central de la institución respecto de la banca europea en relación con la normalización de la política monetaria "es positivo", ya que los beneficios para las entidades por el aumento de ingresos por comisiones e intereses compensarían efectos adversos como el incremento de la mora, aunque ha destacado que "no todos los bancos se verían afectados igual".
Sin embargo, el italiano ha advertido de que existe un riesgo de que dicha normalización se produzca de manera abrupta, con subidas más fuertes de lo esperado de los tipos de interés y de los diferenciales, lo que tendría una relevancia particular para los segmentos de mayor riesgo de los mercados financieros.
Embargo de gas a Rusia y recesión: dos riesgos para el BCE
Asimismo, otro riesgo para la estabilidad financiera sería el relacionado con un empeoramiento mucho mayor de los previsto del escenario macro, con un embargo de gas a Rusia y una recesión "que ya está entrando en las proyecciones", lo que haría que la situación de los bancos fuera más difícil. "Lo discutiremos en nuestro Consejo de Supervisión la próxima semana", ha adelantado Enria al Comité de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE en Bruselas.
"Propondremos pedir a los bancos que recalculen sus trayectorias de capital bajo un escenario más adverso que incluya. . . potencialmente un embargo de gas o un escenario de recesión y utilizarlos también con el fin de examinar sus planes de distribución en el futuro", ha añadido. En cualquier caso, el grado de alarma entre la supervisión del BCE se mantiene aún lejos del que al comienzo de la pandemia llevó a la entidad a pedir a los bancos que suspendieran el reparto de dividendos y las recompras de acciones, prohibición que el banco central mantuvo entre marzo de 2020 y el final de septiembre de 2021.
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