El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) lo ha vuelto a hacer. El organismo presidido por Christine Lagarde ha decidido subir 75 puntos básicos los tipos de interés para intentar frenar la subida de los precios, desbocada en algunos países de la Eurozona.
En consecuencia, el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito aumentarán hasta el 2%, 2,25 % y 1,5%, respectivamente, según se desprende de la nota remitida por el supervisor único.
El BCE considera que "las vulnerabilidades persistentes causadas por la pandemia siguen representando un riesgo para la transmisión fluida de la política monetaria". Y por eso el comunicado recalca que "las decisiones futuras del Consejo de Gobierno relativas a los tipos de interés continuarán dependiendo de los datos y seguirán un enfoque en el que las decisiones se adoptarán en cada reunión", por lo que es de esperar que se realicen subidas de tipos adicionales de aquí a fin de año si la inflación no da tregua.
No obstante, el BCE ya se está acercado a niveles de tipos muy altos, según diferentes analistas del mercado, que sitúan el precio del dinero en un máximo del 2,25% para finales de este año. No obstante, el equipo de Lagarde ha dejado clara que está dispuesto a hacer lo que sea necesario para enfrentar el problema de la inflación, que está haciendo mella en el crecimiento de los países del Viejo Continente.
Estimaciones del BCE
De cara al futuro, los expertos del BCE han revisado significativamente al alza sus proyecciones de inflación y ahora esperan que se sitúe, en promedio, en el 8,1 % en 2022, el 5,5 % en 2023 y el 2,3 % en 2024.
Tras experimentar un rebote en el primer semestre de 2022, los últimos datos apuntan a una desaceleración sustancial del crecimiento de la zona del euro, y se espera un estancamiento de la economía durante los últimos meses del año y en el primer trimestre de 2023.
"Los precios muy elevados de la energía están reduciendo el poder adquisitivo de la renta de los ciudadanos y, aunque los cuellos de botella están relajándose, siguen limitando la actividad económica", recalca el comunicado.
Durante la rueda de prensa, Lagarde ha señalado que la senda de normalización de la política monetaria de la institución "aún no ha terminado", asegurando que, tanto el ritmo como la magnitud de la subidas de los tipos de interés se determinará reunión a reunión en función de los datos disponibles y que se tendrá en cuenta el riesgo de recesión.
"¿Hemos terminado nuestra normalización? No", ha afirmado la mandataria francesa para dejar claro que "habrá más subidas de tipos en el futuro", aunque el ritmo de estas subidas, así como su magnitud y el nivel de los tipos de interés "será determinado sobre la base de los datos y reunión a reunión".
A pesar de este enfoque de 'reunión a reunión', adoptado por el Consejo de Gobierno, la presidenta del BCE ha reconocido que puede ser necesario subir los tipos "en varias reuniones", ya que, a pesar de los progresos realizados en la normalización de la política monetaria con las tres subidas de tipos consecutivas adoptadas, "aún falta terreno por recorrer".
En este sentido, Lagarde ha explicado que el Consejo de Gobierno tendrá en cuenta tres factores, señalando en primer lugar la perspectiva de inflación, incluyendo la evolución de la economía y la probabilidad de una recesión en la zona euro, así como, en segundo lugar, las medidas adoptadas hasta la fecha por la institución y en tercer lugar el decalaje en la transmisión de la política monetaria.
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