La primera subida de tipos del BCE ya está aquí. Los inversores la daban por hecho, pero no por eso la Bolsa ha decidido descontarla. Más bien todo lo contrario. Los bancos españoles han conseguido una inyección de unos 3.000 millones de euros en una sola jornada, después de que la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, anunciara la primera subida de tipos para finales del tercer trimestre.
Banco Sabadell es la entidad que más se ha beneficiado de esta noticia, ya que sus acciones se han revalorizado un 6%, hasta llegar a los 0,77 euros por acción. Le ha seguido Banco Santander, con un 3,86%; Caixabank, con un 3,75%; Bankinter, con un 3,3% y por último, BBVA, que sube sólo un 2,6%.
Santander y Sabadell ya se están anotando mejoras en sus filiales británicas gracias al cambio de rumbo del Banco de Inglaterra, que comenzó el pasado mes de diciembre. Contra todo pronóstico, el organismo inglés decidió subir los tipos de interés del mínimo histórico del 0,1% al 0,25%, el primer aumento en más de tres años, con el fin de contener la elevada inflación.
Con esta subida, la cartera hipotecaria de TSB y la de Santander UK se beneficiaron de una mejora en la recaudación en intereses. En concreto, para la filial de Sabadell, esta subida se traduce en 75 millones más en el margen de intereses, ya que según los analistas consultados por Vozpópuli por cada 10 puntos básicos de subida, el banco de anota 30 millones.
En el caso de la entidad que preside Ana Botín, en la última presentación de resultado, el grupo explicó que una subida de 100 puntos básicos equivaldría a un incremento de 561 millones de euros en Reino Unido, lo que en términos reales se traduce en un aumento de 140 millones para la franquicia británica.
El BCE aupa a la banca
En Europa, con una subida de tipos del BCE de 10 puntos básicos, el Santander se sumaría otros 86 millones de euros sólo por España, y el BBVA, 70 millones, según los propios datos publicados por ambas entidades. En el caso de Banco Sabadell, según los analistas consultados, esta cifra se elevaría hasta los 72,7 millones de euros en el segundo año, ya que su margen de intereses mejoraría en un 3%.
En el caso de Caixabank, una subida de 100 puntos básicos supondrá un repunte de entre el 20% y el 25% del margen de intereses de la cartera, tal y como señaló su consejero delegado, Gonzalo Gortázar en la última conferencia con analistas. Teniendo en cuenta que en 2021, el banco registró 5.975 millones de euros, una subida de 10 puntos básicos podría suponer una mejora de unos 150 millones de euros, en dos años, tiempo que tarda en revalorizarse toda la cartera.
Bankinter, uno de los bancos más pequeños de España, una subida de 100 puntos básicos del Euribor a 12 meses generaría entre el 10-15% de mayor margen de intereses en los siguientes 12 meses, lo que supone una mejora de unos 100 millones de euros.
Si se suman todos estos datos, las cuatro principales entidades de este país se anotarían unos 740 millones más gracias a este leve cambio en los tipos.
Lagarde apunta los motivos de la subida de tipos
La mandataria del BCE ha justificado este movimiento alegando a una nueva realidad en la que los países europeos ya han salido de la crisis ocasionada por el covid, pero en unos términos inflacionarios diferentes a los que se encontraba la zona Euro antes de 2020.
Lagarde señala tres cuestiones fundamentales por las que se entiende este cambio de paradigma. En primer lugar, ha existido una seria de "perturbaciones en los precios de los insumos y de los alimentos". Además, estos incluyen "el fracaso de la OPEP para cumplir con los objetivos de producción, el aumento de los precios del gas natural y, por lo tanto, de los fertilizantes". A lo que se suma "las ramificaciones de la guerra en Ucrania".
Dicho conflicto puede convertirse "en un punto de inflexión para la hiperglobalización, lo que hace que la geopolítica se vuelva más importante para la estructura de las cadenas de suministro globales. Eso podría hacer que las cadenas de suministro se vuelvan menos eficientes por un tiempo y, durante la transición, crear presiones de costos más persistentes", señala la presidenta del BCE.
Por estos motivos, el organismo europeo considera que las "herramientas desplegadas destinadas a combatir la persistente inflación demasiado baja, ya no son apropiadas". No obstante, advierte de que los "shocks de oferta están elevando la inflación y ralentizando el crecimiento a corto plazo. Esto significa que la normalización de políticas debe calibrarse cuidadosamente según las condiciones a las que nos enfrentamos".
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