El Banco de España (BdE) calcula que el crecimiento de la economía española este año finalmente estará más cerca del 2% que del 1,6% que proyectó el pasado marzo. De esta forma, equipara su previsión con la del Gobierno, que hasta ahora resultaba más optimista. El motivo: los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el PIB, que de manera automática elevan la tasa de crecimiento en 2023, tal y como publicó este periódico.
Por un lado, el INE avanzó un crecimiento del 0,5% en el primer trimestre de este año, frente al 0,3% que calculaba el Banco de España. Por otro, revisó los últimos dos trimestres, con un incremento del 0,4% en ambos casos (frente al 0,2% que había publicado). Esta "sorpresa", de manera "automática y mecánica, sin pensar, hacer crecer cinco décimas la tasa de crecimiento, del 1,6% que estimamos en marzo al 2,1%", ha reconocido Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística, durante la presentación del Informe anual 2022.
Esta es, justo, la previsión que planteó el Gobierno hace meses y que mantiene en el Programa de Estabilidad enviado a la Comisión Europea hace dos semanas. De esta forma, el BdE la avala ahora. Su cifra definitiva la dará el próximo mes de junio, pues todavía tiene que incorporar otros factores, como la evolución de la actividad en el segundo trimestre, el endurecimiento de la política monetaria, etc.
Las dos grandes promesas
Sin embargo, no avala las dos grandes promesas económicas planteadas por el Gobierno en el Programa de Estabilidad: la reducción del déficit público al 3% del PIB ya en 2024 y la bajada de la tasa de paro al 10% en 2026. En 2023 prevé una tasa de paro del 12,2%; en 2024, del 10,9%; en 2025 del 10,3%, y en 2026, del 9,8%.
Al ser preguntado por este asunto, Gavilán ha recordado que en sus previsiones de marzo se proyectaba un déficit por encima del 4% en 2025 y "posiblemente se mantendrá en ese entorno" en sus próximas revisiones. "Estará por encima de lo que anuncia el Gobierno y hay que estudiar cuáles son las diferencias", ha comentado, avanzando que, a priori, se concentran en los ingresos, donde el Gobierno espera más dinamismo que el BdE.
En cuanto a la tasa de paro, el director general de Economía y Estadística ha comentado que la previsión del Banco de España para 2025 está en el 12%. "En ese sentido, el Gobierno tiene una reducción mas acusada de la tasa de paro de la que tenemos ahora mismo nosotros en el escenario", ha añadido.
De hecho, el BdE expone en el informe anual que entre los problemas de la economía española que se deberían atajar con la mayor brevedad posible destacan, precisamente, el déficit estructural (más elevado que el de antes de la pandemia, cuando se situaba en el 3%) y la tasa de desempleo (la más alta de la UE, donde de media se sitúa en el 6,5%, frente al 13% de España).
El supervisor bancario achaca el crecimiento del primer indicador al aumento del gasto público primario estructural. "El 50% de ese aumento viene asociado al gasto en pensiones, que ha crecido casi un 30% en términos reales en la última década y alcanza ya el 13,1% del PIB", ha añadido Gavilán. En cuanto al paro, el Banco de España está trabajando en propuestas concretas sobre las políticas activas y pasivas de empleo.
Finalmente, otro indicador clave en el actual contexto económico es la inflación, sobre la que esperan realizar pocos cambios en sus próximas previsiones respecto a las anteriores (3,7%). En todo caso, avanzan que "las presiones inflacionistas van a seguir siendo muy elevadas en los próximos trimestres, especialmente en subyacente y alimentos", pues la inflación ha pasado de venir de la energía y ser importada, a concentrarse en los componentes más estables del IPC y en los bienes y servicios domésticos.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación