España es el tercer país de la Unión Europea con mayor tasa de beneficio, como se denomina a la ratio entre la pensión media y el salario medio en el país, según señala este miércoles el Banco de España en un informe sobre el gasto en pensiones en España y el resto de países de la UE con datos referentes a 2019.
El informe refleja que en 2019 esta tasa alcanzaba en España el 73,2% y es hasta ahora el principal determinante de las diferencias en el gasto en pensiones entre España y el resto de Estados miembros, aunque el factor demográfico proyecta fuertes amenazas con la jubilación de los 'baby boomers'.
El Banco de España destaca en el documento que "la tasa de beneficio (la prestación media sobre el salario medio) alcanza en España el tercer valor más alto de la UE, lo que implica, por ejemplo, un gasto en pensiones un 34,1% más alto que en Alemania o un 31,6% más elevado que en Francia".
En un informe anterior publicado en 2021, el Banco de España ya explicaba que el incremento de la tasa de beneficio resulta de un aumento más rápido de la pensión media (gasto en pensiones entre el total de pensionistas) que del salario medio por la revalorización de las pensiones (que este año, con la indexación al IPC, subirán un 8,5%) y el efecto sustitución (que las nuevas pensiones que se dan de alta son más elevadas que las que se dan de baja).
De esta forma, en el nuevo informe el Banco de España también destaca que "únicamente dos países europeos -Grecia e Italia- registran una tasa de beneficio superior a la española: un 36,2% y un 16,4%, respectivamente". Estos países son, de hecho, los que presentan la mayor ratio de gasto en pensiones sobre el PIB en la UE, superando el 15%.
El gasto en pensiones de España, con datos de 2019, se sitúa en el 12,7% del PIB, por encima de la media de la Unión Europea (10,4%) pero por debajo de los países del sur de Europa (el promedio de gasto en Grecia, Italia y Portugal superó el 15% del PIB en 2019.
Otros tres países -Francia, Austria y Finlandia- presentaron también un mayor gasto que España, y alcanzaron el 14,7%, el 14,1% y el 13,3% del PIB, respectivamente). Por contra, Bélgica, Dinamarca, Países Bajos, Alemania y Suecia se situaron por debajo del 12%, mientras que los países del este de Europa estaban, en términos generales, por debajo del 10%.
El 'baby boom' disparará el gasto
En todo caso, el Banco de España también advierte de que la gran amenaza que afronta España y su sistema de pensiones es el envejecimiento poblacional. Hasta 2019, el factor demográfico (que mide el grado de envejecimiento de la población) inducía en España un menor gasto en pensiones con respecto a algunos países de nuestro entorno.
Sin embargo, el BdE destaca que las proyecciones de Eurostat, la oficina estadística de la UE, colocan a España como el país de la UE con el crecimiento más alto del factor demográfico entre 2019 y 2050, desde el 29,5% hasta el 59,5%. Este factor superaría al de Francia en 2037 y al de Alemania en 2039.
De este modo, "bajo el factor demográfico proyectado en 2050 y manteniendo el resto de los factores constantes, España pasaría a ser el tercer país de la UE con el gasto en pensiones más alto (tras Grecia e Italia), frente al puesto séptimo que ocupaba en 2019", destacan los autores del informe.
En este sentido, el BdE también pone el foco en la tasa de empleo española (calculada como el número de empleados sobre la población de entre 16 y 64 años), una de las más bajas de la UE, lo que también ejerce una presión al alza en la ratio de gasto.
"Si en los próximos años la tasa de empleo de la economía española lograra elevarse hasta el nivel que se observa en la economía alemana -lo que implicaría un incremento de 18 puntos porcentuales-, ello permitiría compensar el 42,6% de la subida en el gasto en pensiones que se anticipa como consecuencia del ascenso previsto del factor demográfico", destaca.
La reforma de las pensiones
La Seguridad Social acumula un volumen de deuda sin precedentes que superó en noviembre por primera vez los 100.000 millones de euros, aproximadamente un 13% más que un año antes, según los datos publicados este martes por el Banco de España (BdE) referentes al mes de noviembre. En concreto, cerró el penúltimo mes del 2022 en los 106.175 millones. El crecimiento fue significativo respecto al mes anterior (7%), cuando la deuda se situaba aún por debajo de la barrera, en los 99.193 millones.
Este nivel de deuda seguirá creciendo, con unas pensiones ligadas a la inflación que ya en 2023 harán crecer el gasto en cerca de 15.000 millones y con en el envejecimiento de la población como gran amenaza del sistema. Por esa razón, la Comisión Europea urge a España a completar la reforma de las pensiones que ahora negocia Escrivá, con una segunda parte que compense la primera parte, en la que se elimina el índice de revaloración de las pensiones (IRP) y se vuelve a indiciar las pensiones con la inflación.
A principios de 2021 el Banco de España ya alertó de que esta medida generaría un incremento del gasto en pensiones sobre el PIB de alrededor de 3 puntos adicionales en el horizonte de 2050. "Afrontar estas presiones del envejecimiento poblacional requerirá, por tanto, aumentar los recursos del sistema o admitir reducciones alternativas de la tasa de beneficio o incrementos adicionales de la edad efectiva de jubilación", advirtió.
Para recaudar más ingresos, el ministro ha propuesto a los agentes sociales subir las cotizaciones máximas y aumentar el periodo de cálculo de los 25 a los 30 años (descartando los dos peores). También debe convencer a sus socios de Gobierno. Desde el Ministerio de Seguridad Social aseguran que esta segunda parte acabaría con el déficit del sistema. Sin embargo, cada vez son más los organismos económicos que lo cuestionan. En todo caso, será Bruselas quien tendrá que valorar la reforma una vez se complete.
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