El Banco de España (BdE) considera que el intenso aumento de los precios de la energía registrado en 2021 y en la parte transcurrida de 2022 podría comprometer la capacidad de repago de las deudas de los hogares de rentas bajas, ya que el gasto en esta partida supone una proporción más elevada de su consumo. Así, lo asegura en su último informe de Estabilidad Financiera, publicado este miércoles.
Las familias cuyo nivel de renta es más bajo dedicaron más de un 10% de su consumo al gasto de la energía en 2020 y fueron estos mismos hogares el gasto en energía más aumentó, en proporción a su consumo, en 2020 y en 2021.
El supervisor asegura que existe una clara desigualdad entre las familia para pagar sus deudas, dependiendo siempre de sus niveles de renta. "Los de menores ingresos dispondrían de menor margen para absorber por estas vías el incremento en los precios de la energía, ya que, por una parte, sus tasas de ahorro suelen ser más reducidas y, por otra, solo una proporción pequeña de estas familias ha podido acumular un ahorro extraordinario durante la pandemia".
Por eso, la proporción de familias endeudadas de rentas más bajas que afrontan una carga financiera neta elevada es superior a la que existe en los estratos de renta más altos, por lo que la capacidad de repago de sus deudas se vería comparativamente más afectada ante un aumento de los precios de la energía.
El BdE también expone que las medidas aprobadas por el Gobierno para paliar el aumento de los precios de los derivados del petróleo podrían mitigar este impacto, aunque no contribuirían a que los hogares redujeran su grado de dependencia energética.
El BdE pide un programa de consolidación fiscal
El proceso de normalización de la política monetaria ha generado ya un incremento de más de 150 puntos básicos en los tipos de interés a 10 años de las nuevas emisiones de deuda pública española desde enero de 2021, si bien los costes medios han seguido reduciéndose, dado que la deuda que está venciendo en la actualidad fue emitida a tipos de interés superiores.
En todo caso, los elevados niveles de déficit y endeudamiento público hacen a la economía española vulnerable al deterioro de las condiciones de financiación y limita el espacio fiscal para reaccionar ante la materialización de nuevos riesgos.
En este contexto, se hace necesario el diseño de un programa de consolidación fiscal a medio plazo que permita contener y reducir las vulnerabilidades asociadas al alto endeudamiento público, para su aplicación una vez la recuperación sea sólida. Este programa debería definir de forma detallada los plazos y medidas que serán necesarios para su consecución, poniendo especial énfasis en la composición del ajuste entre los ingresos y los gastos, que resultará clave para determinar su impacto sobre el crecimiento económico, señala el BdE.
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