Economía

BDE: las pensiones se estancarán en la subida del 0,25% hasta 2030

El supervisor asegura que no podrán subirse por encima del mínimo que marca la ley hasta que el sistema alcance el equilibrio y eso no sucederá hasta finales de la próxima década

Corren malos tiempos para los pensionistas. Las prestaciones que reciben mes a mes de la caja única de la Seguridad Social han empezado a perder poder adquisitivo este mismo año y lo seguirán haciendo casi hasta el año 2030. ¿Por qué? Porque el Gobierno introdujo una nueva fórmula de actualización en la última reforma que hace que las pensiones solo suban un 0,25% si el sistema está en déficit, como ocurre ahora.

Y este desfase, según el Banco de España, se va a prolongar hasta finales de la próxima década, lo que obligará a actualizar las pensiones solo un 0,25% durante más de 10 años. Vamos, una especie de congelación crónica para estas prestaciones que son la principal fuente de ingreso para más de 10 millones de personas en España.

Lo cierto es que bajar, no van a bajar. Y ese es el palo ardiendo al que se agarra una y otra vez el Gobierno. Pero sí perderán poder adquisitivo, puesto que la economía seguirá creciendo y también el nivel de precios del país. De hecho, se entiende que el objetivo de inflación de una economía sana tiene que ser del 2%, lo que implicaría una pérdida de poder de compra de 1,75 puntos cada año para los pensionistas.

Y es que la última reforma que puso en marcha el Gobierno para intentar detener la profunda herida que hace que el sistema se desangre día a día, va a evitar su quiebra, pero a costa de las prestaciones. Es algo que nadie niega a estas alturas de la película: las pensiones se van a ajustar y mucho si no se hace nada para mejorar los ingresos del sistema.

Las reforma tiene dos grandes patas: el factor de sostenibilidad, que ajusta el sistema a la evolución de la esperanza de vida del país, y el nuevo índice de revalorización de las pensiones, que sustituye al IPC. Los dos van a tener efecto sobre las pensiones, pero sobre todo el segundo. Según el Banco de España, la nueva fórmula para actualizar las pensiones hará que la tasa de sustitución (porcentaje que supone la jubilación respecto al último sueldo) baje unos 20 puntos.

España puede experimentar una de las mayores caídas de la tasa de sustitución de toda la UE

De hecho, el supervisor asegura que España puede experimentar una de las mayores caídas de la tasa de sustitución de toda la UE. Actualmente, la tasa de sustitución española es la cuarta más alta. Dentro de unos años, si no se hace nada para que mejoren los ingresos del sistema, pasaría a ser la novena más alta.

A pesar de lo duro que será para los pensionistas, hay algo positivo en este descenso. Y es que la caída de la tasa de sustitución y la mejora que se espera del empleo en el futuro frenarán gran parte de las presiones demográficas y permitirán estabilizar el gasto en pensiones sobre el PIB. En otras palabras, si no se hubiera aprobado la reforma, el gasto en pensiones se habría vuelto insostenible.

Mejorar los ingresos

Esto, al mismo tiempo, hará que el desfase del sistema vaya mejorando a razón de una décima de PIB cada año, lo que permitirá alcanzar el equilibrio a finales de la próxima década. Y será en ese momento, cuando las pensiones podrán empezar a actualizarse por encima del 0,25%, según la nueva fórmula de revalorización. 

Eso sí, si lo que se quiere es mantener la tasa de sustitución actual y evitar la pérdida de poder adquisitivo a los pensionistas, habrá que hacer reformas que mejoren los ingresos para llegar al equilibrio antes. O se puede volver a vincular las pensiones al IPC, como reclaman algunos sectores y partidos. El Banco de España, sin embargo, es partidario de mantener un mecanismo automático que garantice el equilibrio financiero a largo plazo.

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