Economía

Befesa, la empresa de espíritu alemán que fue vasca y andaluza

Su estructura 'circular' hace de Befesa una empresa muy particular en el sector industrial. Llegó a estar controlada por Abengoa y hoy es propiedad del fondo sueco-alemán Triton Partners

En 1987, Metallgesellschaft, conglomerado industrial alemán cuyos orígenes se remontan al siglo XIX, crea Berzelius Umwelt Service (B.U.S) para reciclar metales. La llegada en 1989 de un nuevo presidente, Heinz Schimmelbusch, de 44 años, el más joven en la historia del grupo, tendría mucho impacto en la evolución de B.U.S. Licenciado en economía, tras ampliar la gama de actividades de todo el grupo y realizar una excelente gestión organizativa que impulsó mucho al holding, su figura es importante para el nacimiento de Befesa, puesto que concentró sus esfuerzos en el dominio cada vez más importante de la tecnología ambiental. 

No le bastó con construir plantas ultramodernas dentro de los límites legales de emisión; se preocupó cada vez más de los métodos de reciclaje, que era la actividad principal de B.U.S. Sin embargo, la avalancha de metales baratos procedentes de los países del este de Europa tras la caída del Muro de Berlín, unida al fuerte endeudamiento del grupo por su agresiva política de expansión, llevan a que Metallgesellschaft tenga problemas de liquidez. Y una de las decisiones que toma llevan al nacimiento de Befesa.

Berzelius Umwelt Service, Indumetal y Duro Felguera crean en 1993 Befesa, como compañía de servicios especializada en el reciclaje de polvo de acero, escorias salinas y residuos de aluminio así como la logística y otros servicios industriales relacionados. En ese primer momento, Befesa sólo posee los activos españoles que B.U.S. quiere vender para reducir deuda, por lo que se establece como empresa española, con sede en el País Vasco. En junio de 1998, empieza a cotizar en la bolsa española, sacando al mercado un tercio de la propiedad.

A pesar de que es una compañía industrial que poco tiene que ver con la fiebre “.com” bursátil del final del siglo XX, tiene un gran éxito y una empresa en expansión se fija en ella y lanza una OPA en el año 2000.

OPA de Abengoa

La empresa en cuestión es la andaluza Abengoa. Aunque en un principio adquiere el 50% (por 170 millones de euros), con el paso de los años adquiere prácticamente la totalidad y convierte a Befesa en una filial más del grupo y la hace partícipe de su expansión descontrolada. En 2006, en pleno boom de la burbuja inmobiliaria, Befesa adquiere la participación restante en B.U.S., convirtiéndose en líder europeo en el reciclaje de polvo de horno de arco eléctrico; y, en 2009, se convierte en líder europeo en el reciclaje de escorias salinas, tras adquirir los activos alemanes de Agor AG, entrando en 2010 en el mercado turco. Tan contento estaba Abengoa con la empresa que en 2011, en plena crisis económica, decide excluir a Befesa de bolsa para quedarse con toda la propiedad. En 2012 entra en el mercado asiático mediante la adquisición de sucesivas participaciones en la coreana Hankook.

Dado que la situación de Abengoa no dejaba de empeorar, en 2013, decide vender Befesa al fondo sueco-alemán Triton Partners por 1.075 millones de euros, si bien 450 millones fueron destinados a cancelar deuda, por lo que la multinacional sevillana ingresó en neto 625 millones por esa venta. En ese momento, Befesa, especializada en la gestión integral de residuos industriales, tiene plantas en Alemania, España, Reino Unido, Francia, Suecia, Turquía, Corea del Sur, Chile, Argentina y Perú; y emplea a más de 2.000 personas.

Sus nuevos dueños mantienen como CEO a Javier Molina (en el cargo desde el año 2000, el año pasado “ascendió” a presidente ejecutivo). Con la ayuda de la recuperación económica global, el directivo la lleva a una etapa de años de gran crecimiento y en 2017 sus dueños -que mantienen la sede social en Luxemburgo, pero cuyos directivos son españoles y alemanes- deciden sacarla de nuevo a bolsa; pero no en España sino en Alemania.

Befesa vuelve a la bolsa

La OPV es un éxito, sale a cotizar a 28 euros (lo que valora la compañía en 950 millones de euros). Triton Partners siguió vendiendo acciones hasta dejar definitivamente la compañía en junio de 2019. Ese aumento de acciones en circulación llevó a Befesa a entrar en 2021 en el mDAX, el índice de empresas de mediana capitalización que va justo detrás del DAX (donde cotizan las 40 empresas más grandes de Alemania). También ese año entran en China.

No hay muchas empresas similares a Befesa en el mundo, y su estructura circular la hace muy atractiva, ya que cobra a sus clientes productores de acero de horno de arco eléctrico (EAF por sus siglas en inglés) y de aluminio por los servicios de recogida de residuos peligrosos (que de otra forma acabarían en vertederos); y cobran por la venta de los productos reciclados (zinc, escorias salinas, aluminio...) a productores de zinc puro, acero y aluminio.

Sin embargo, su evolución bursátil en esta nueva etapa ha sido muy volátil, como ya le pasó en la anterior: llegó a bajar hasta los 25 euros por acción en 2020, con las caídas “pandémicas”; rebotó de forma espectacular por encima de los 70 euros en marzo de 2022; y, actualmente, ronda los 37 euros, si bien ha estado repartiendo dividendos a sus accionistas de forma continuada. Su capitalización bursátil actual supera levemente los 1.500 millones de euros. Las comparaciones siempre son odiosas pero es inevitable ver la diferente evolución que ha tenido Befesa y, la que durante años fue su dueña, Abengoa, que, probablemente, debió deshacerse de otros activos en lugar de hacerlo con esta empresa de reciclaje.

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