Las diferencias entre Belén Romana y Walter de Luna, los dos principales ejecutivos de la Sareb, han terminado por generar sus primeros daños colaterales. La presidenta del banco malo ha cesado a Miguel Garicano, uno de los hombres que afines al actual director general, hace poco menos de un mes. La salida definitiva del ex director general de Procesos y Reporting se materializó el pasado 6 de noviembre, según confirman fuentes del sector. Desde la Sareb, sin embargo, no se efectuó ningún comentario.
Garicano aterrizó en el banco malo proveniente de ING Commercial Bank donde era director de Operaciones y Sistemas y uno de los más estrechos colaboradores de Walter de Luna. Garicano se incorporó al banco malo, el pasado 24 de enero, junto a otros cuatro directivos. Además de Garicano se sumaron Alfredo Guitart, como director de Medios; Orlando García, como director de Auditoría Interna; Juan Barba, en calidad de director de Activos Inmobiliarios y Luis Moreno, como director de Activos Financieros.
"El detonante de la salida de Garicano se explica en las diferencias que mantienen desde hace algún tiempo Romana y de Luna. La presidenta está intentado minimizar el poder de su director general. No sería extraño algún cambio más", confirman fuentes conocedoras de la situación. Sin embargo, otras fuentes intentan minimizar el cese explicando que el departamento de Garicano se ha reestructurado incluyéndose en la dirección de operaciones de la Sareb.
"Cuando Garicano aceptó la llamada de Walter (de Luna) no tenía intención de salir de la Sareb en mucho tiempo. Así se lo hizo saber a alguna persona en su despedida de ING. Por tanto, no tiene ningún sentido que haya abandonado la Sareb, motu proprio, apenas diez meses después", confirman fuentes conocedoras del proceso.
La salida del ex director de Procesos y Reporting se materializó el pasado 6 de noviembre
La tensión entre Romana y De Luna comenzó a fraguarse por las diferencias en la política comercial que debe llevar la Sareb para desaguar la ingente cantidad de activos traspasados por las entidades que han recibido ayudas públicas. Mientras que su presidenta pretende una política de precios más agresiva, para reducir más rápidamente el stock de viviendas y préstamos, el director general prefiere una política más contemporizadora.
Tras el verano, la Sareb ha incrementado exponencialmente el ritmo de venta de sus activos. A falta de poco más de dos meses para el cierre de 2013, el banco malo había comercializado entre particulares unas 4.500 viviendas, según informó la Sareb este pasado lunes. Una cifra que supone algo menos del 60% del objetivo que la Sareb se había fijado para el conjunto de 2013. Las ventas que el plan de negocio preveía para este ejercicio tendrían que generar unos ingresos de 933 millones de euros.
No obstante, desde el banco malo aseguran que la comercialización de vivienda ha ido de menos a más y seguirá creciendo a medida de que la Sareb se vaya consolidando. El verdadero objetivo, es cumplir con las previsiones a medio plazo que están recogidas en el plan elaborado de la mano de KPMG, como alcanzar las 34.000 viviendas vendidas para el año 2016.
Un objetivo del que ya no participará Garicano, un directivo que, como publicitó la Sareb tras su incorporación, aportaba 23 años de experiencia en multinacionales financieras (Volvo Financial Services, GE Capital y Andersen Consulting), en concreto en las áreas financiera, riesgos, operaciones y sistemas.