Ignacio Sánchez Galán sigue siendo presidente ejecutivo de Iberdrola. Un cargo que quiere ampliar cuatro años más en la próxima junta de accionistas de la eléctrica de 2023. Este calendario es uno de los factores que marcado el nombramiento de este martes de un consejero delegado. Según detallan fuentes del sector a Vozpópuli, los fondos de inversión que controlan la compañía, con BlackRock a la cabeza, consideraron clave la entrada de un CEO en la eléctrica ante la inminente renovación de la presidencia hasta 2027.
Las mismas fuentes insisten en que el nombramiento de Armando Martínez como consejero delegado de Iberdrola es una petición expresa de los grandes dueños de la compañía. BlackRock, Norges Bank, Qatar Investment o JP Morgan, dueños de cerca del 20% de la eléctrica, ven clave integrar ya la figura del CEO en la compañía para acompañar a Galán.
Una exigencia que se produce bajo un paraguas de buenas relaciones entre ambas partes, según insisten desde el sector. Estas grandes firmas no olvidan que Ignacio Sánchez Galán ha logrado que su inversión en Iberdrola, sólo en los últimos tres años y con una pandemia de por medio, se haya revalorizado más de un 15%. Un rendimiento que ahora deberá mantenerse con la relación entre el presidente ejecutivo y el nuevo CEO.
Pero la falta de un número dos podía condicionar el futuro inminente de la compañía. La ausencia de un CEO en Iberdrola fue uno de los motivos que bloquearon en diciembre la mayor operación corporativa de la eléctrica. El regulador de Nuevo México no veía con buenos ojos que Sánchez Galán tuviera plenos poderes en la filial estadounidense de Iberdrola que iba a comprar ‘su’ energética PNM Ressources por cerca de 7.000 millones de euros.
El regulador reclamaba que el poder ejecutivo esté controlado por un CEO y un presidente que sirva de representación de la compañía. Un presidente que, por entonces, estaba siendo investigado por el famoso ‘caso Villarejo’, como recordaba el regulador en su negativa. Los rumores de la inminente llegada de un consejero delegado se desataron cuando Manuel García Castellón, el magistrado del caso Villarejo, archivó la causa en julio para Sánchez Galán en la pieza por los encargos de espionaje de Iberdrola al comisario jubilado.
BlackRock y el resto de fondos insisten desde entonces en que Galán eligiese a su número dos para poder repartir el peso ejecutivo en la compañía. Tres meses después, ese deseo se cumple. El anuncio del consejero delegado de Iberdrola llega meses antes de que Galán renueve su cargo como presidente ejecutivo en la junta de accionistas de 2023. El presidente acudirá a la junta con 72 años de edad y, como destacan desde el sector, lo hará para pedir el apoyo de los accionistas para presidir la compañía hasta, como mínimo, los 76 años de edad.
Un hombre de confianza
La llegada de un consejero delegado y el cambio de la estructura de la estructura era cuestión de tiempo. Desde Iberdrola explican que este nuevo organigrama responde a facilitar los cambios en la gobernanza, que consideraba más adecuados en este momento. “En otras compañías, como Santander, BBVA y Telefónica, el proceso ha sido similar”, comentan desde la eléctrica a este medio.
Desde el sector comentan con este medio que Armando Martínez no era el hombre de confianza de Galán que sonaba con más fuerza para este cargo. Hasta la fecha, el nuevo directivo desarrollo corporativo de Iberdrola, David Mesonero, que a su vez tiene relación personal con el presidente por ser su yerno.
El otro candidato que sonaba con más fuerza en la sede de Iberdrola era Mario Ruiz-Tagle, máximo responsable de la expansión en Brasil y nuevo CEO de Iberdrola España. El tercer candidato de las quinielas para este cargo era Pedro Azagra, nuevo CEO de Avangrid y con el complejo encargo de cerrar definitivamente la operación de PNM para convertir a Iberdrola en una de las principales eléctricas de Estados Unidos.
Finalmente, el elegido para la gestión ordinaria de todos los negocios de la eléctrica será Armando Martínez. Aunque, si en algo se ha insistido este martes desde Iberdrola, es que “Ignacio Galán se mantiene como presidente ejecutivo”. Una bicefalia que se estrena este mismo miércoles presentando juntos los resultados del tercer trimestre a los analistas.