El mercado da por seguro que Blackstone acabará quedándose con los activos de Codere, una vez la compañía estrene su nueva estructura societaria, y que estos serán traspasados al otro gran grupo de juego en España, Cirsa.
Los fondos estadounidenses que controlan la mayoría del capital de Codere han decidido ceder el control del grupo a los bonistas acreedores, a cambio de una reestructuración de su deuda, como informó la empresa a la CNMV al filo de la medianoche del viernes y publicó Vozpópuli.
De esta manera, Codere irá a liquidación y previsiblemente será excluida de Bolsa, mientras que los bonistas, organizados en sociedades luxemburguesas, serán los propietarios de la nueva Codere, la sociedad creada para acoger los mejores activos de la multinacional española de juego, con sede en Madrid.
Los fondos estadounidenses y la familia Martínez Sampedro verán diluida su participación al 5% de la nueva Codere
Los fondos estadounidenses, liderados por Silver Point, que ahora son los mayores accionistas de Codere, así como la familia fundadora del grupo, los Martínez-Sampedro, verán diluida su participación en la nueva compañía controlada por los bonistas a un 5%.
El anuncio de Codere sobre el acuerdo de reestructuración con los bonistas hundió la cotización del grupo el viernes, que perdió el 17,89% de su valor.
Fuentes del mercado y fuentes cercanas también al grupo de juego español consultadas por este diario, dan por hecho que la nueva estructura de Codere está diseñada para facilitar que los bonistas puedan vender la propiedad de los activos adquiridos, y que el gigante estadounidense Blackstone será el primero en ofrecerse.
Blackstone adquirió Cirsa en 2018 a la familia Lao, en una operación valorada en 2.400 millones de euros
De acuerdo al anuncio sobre reestructuración de Codere, los actuales accionistas, que verán diluida su participación, recibirán "warrants, permitiendo la suscripción de acciones sin derechos de voto, con un valor económico de hasta el 15% de las ganancias netas de capital" de la nueva Codere "con posterioridad a una venta, salida a bolsa u otras circunstancias determinadas, a un precio de ejercicio por encima de 220 millones de euros".
Blackstone adquirió Cirsa, la empresa de juego creada por la familia Lao en Barcelona, con más de 14.000 empleados, en 2018, en una operación valorada en 2.400 millones de euros.
La sociedad estadounidense ya compró en el año 2013 deuda de Codere por importe de 100 millones de euros, cuando la compañía se situaba al borde del concurso de acreedores.
Blackstone aprovechó la ocasión para adquirir seguros de incumplimiento, CDS o credit default swaps, y después, supuestamente, forzar un incumplimiento artificial con la intención de cobrar esos seguros, lo que habría supuesto un beneficio cercano a los 15 millones de euros.
La operación de Blackstone motivó una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción presentada por el sindicato UGT y fue satirizada por un popular programa de entretenimiento estadounidense que comparó la operación con prácticas mafiosas.
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