A lo largo de julio, los clientes franceses y extranjeros dela BNP Paribas, el mayor banco francés, han recibido en sus buzones una carta en papel firmada por Jean-Laurent Bonnafé, su director general y CEO, llena de agradecimientos y de petición de excusas.
La razón de semejante mensaje es la explicación del acuerdo firmado con el Gobierno de Estados Unidos por el que el banco pagará una multa de 6.450 millones de euros y no realizará durante un año pagos en dólares en el sector petrolero y gasístico. De esta manera, BNP ha cerrado la investigación que estaba sufriendo por las operaciones que había realizado en años anteriores de compraventa en dólares de petróleo y gas procedente de Sudán e Irán, países sujetos a embargo por parte de Washington.
BNP Paribas no es el único banco europeo que ha sufrido una sanción de este tipo. En mayo pasado, el Credit Suisse aceptó otro acuerdo con la Administración norteamericana por el que reconocía que había ayudado a miles de ciudadanos de EEUU a evadir impuestos bajo la protección del secreto bancario. La entidad suiza se comprometió a pagar unos 1.800 millones de euros, aunque no a desvelar la identidad de los evasores, cosa que tuvo que hacer UBS en 2009 en otro acuerdo extrajudicial con el Gobierno de EEUU.
Bonnafé atribuye la responsabilidad por estas operaciones a un pequeño grupo de empleados que “deliberadamente eludieron las normas de EUU e incumplieron los requisitos de la dirección general”
El 27 de junio, Bonnafé mandó otra carta a sus 180.000 empleados en que avisaba de la posibilidad de la inminencia de la sanción. El 7 de julio, con el acuerdo ya firmado, fue el turno de los clientes, que ascienden a 25 millones en todo el mundo. La carta, que los clientes españoles han recibido en inglés y francés, mezcla las disculpas a los clientes con los atenuantes por su conducta, que atribuye a unos pocos empleados.
Bonnafé explica que durante años el Gobierno de EEUU ha estado investigando a varios bancos que han realizado transacciones en dólares con países sujetos a embargos comerciales ordenados por Washington. Fue el caso de BNP, cuyo departamento de gas y petróleo negoció estas dos commodities provenientes de Irán y de Sudán, repúblicas sometidas a sendos embargos.
Un pequeño grupo de empleados desobedientes
Según el director general de BNP Paribas, la legislación internacional sobre estos embargos es compleja y cambiante, de modo que las operaciones “podían haber sido consideradas legales desde el punto de vista de los reguladores franceses y comunitarios”, pero al haber sido realizadas en dólares fueron “progresivamente penalizadas por las autoridades de EEUU”.
La responsabilidad por estas operaciones la atribuye Bonnafé a un pequeño grupo de empleados que “deliberadamente eludieron las normas de EUU e incumplieron los requisitos de la dirección general (del banco) que prohibían los negocios con esos países desde 2007”.
Bonnafé también reconoce que hubo culpa de la dirección dela BNP por su “falta de vigilancia y de responsabilidad” y asegura que se han tomado medidas para impedir que se vuelva a repetir una situación parecida.
El ejecutivo da las gracias a los clientes por mantener la confianza enla BNPy le asegura que este asunto “no tendrá ningún impacto” en ellos, a la vez que le garantiza “la completa seguridad de los activos” que los clientes han depositado en el banco. También se compromete a que, pese a la cuantía de la multa, no se modificará la política de tarifas del banco.
Un ejemplo de transparencia que se echa en falta en la banca española, sujeta todavía a aportaciones de fondos públicos para salvarlas de la quiebra y a procesos penales contra las directivas anteriores de varias antiguas cajas de ahorros.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación