Economía

El Tesoro se expone al pago de 5.000 millones más en intereses de la deuda en 2024

Desde que Sánchez es presidente, la deuda ha aumentado en cerca de 400.000 millones de euros, 80.000 millones anuales, más que en la etapa en la etapa de Rajoy

La rentabilidad del bono español a diez años superó el pasado jueves el 4% en los mercados financieros ante la posibilidad de que el Banco Central Europeo no comience a bajar el precio oficial del dinero hasta la segunda mitad del próximo año. No se trata de un problema circunscrito a nuestro país. El bono alemán, que sirve de referencia para fijar la prima de riesgo de los países europeos, se ha asomado en esto últimos días peligrosamente al 3%. Ambos son niveles de comienzos de 2014, año y medio después de que la economía española estuviera a punto de ser rescatada en el verano de 2012.

Es la consecuencia lógica de la nueva etapa de la política monetaria del BCE, que ha llevado a cabo diez subidas consecutivas de los tipos de interés: desde el 0%, que regía en julio de 2022, hasta el 4,5%, vigente desde finales de septiembre. Y también de la tenacidad de la inflación de mantenerse en niveles excesivamente por encima de los objetivos fundacionales de la institución monetaria que preside Christine Lagarde.

Aunque los bonos europeos han corregido algo  su rumbo en el cierre de la semana (el bono español camina sobre el 3,95% y el alemán, alrededor del 2,85%), la tendencia al alza parece imparable. A diferencia de lo que sucede hoy, en 2014, cuando el bono español tenía que pagar en los mercados un 4% de interés para resultar atractivo a ojos de los inversores, la deuda del conjunto de las administraciones públicas españolas estaba en 1,032 billones de euros y la del Estado, en 796.000 millones. Y aun así, el coste de los intereses alcanzó ese año los 36.590 millones de euros.

Hoy, casi un decenio después, la primera se ha situado a cierre del segundo trimestre del año en 1,569 billones de euros, un 111,2% del PIB, tras subir en tasa interanual un 6,3%. La segunda, la deuda de la Administración Central, está en 1,420 billones de euros, el 110,7% del PIB, después de aumentar un 7,1% en los últimos doce meses, según los datos del Banco de España. La diferencia radica en que un cambio, por mínimo que parezca puede afectar al pago del servicio de la deuda en millones de euros. Solo una décima de subida en el coste medio de la deuda en circulación puede suponer un sobrecoste de 1.400 millones de euros

Y es que Pedro Sánchez ha sido el presidente que más ha incrementado la deuda de los siete que han llevado las riendas del país desde 1977. En sus cinco años de Gobierno, desde su victoria en la moción de censura de 2018, Sánchez ha llevado la deuda de las administraciones públicas desde 1,203 billones hasta 1,569 billones (366.000 millones más) y la deuda del Estado, desde 1,021 billones hasta 1,420 billones (399.000 millones), a razón de casi 80.000 millones anuales

En su descargo hay que destacar que en 2020 y 2021 tuvo que hacer frente a las circunstancias sanitarias y económicas que siguieron a la pandemia. De mantenerse esa progresión, al término de la segunda legislatura de Sánchez la deuda podría rondar los 1,9 billones de euros.

Evolución de la deuda

Felipe González dejó en 1993 sus responsabilidades como presidente con una deuda de 293.000 millones de euros; José María Aznar la llevó hasta 2004 a 389.000 millones; José Luis Rodríguez Zapatero, a 746.500 millones a finales de 2011, y Mariano Rajoy, a 1,2 billones de euros entre 2012 y junio de 2018, a razón de 65.000 millones cada año. 

La tendencia de subida del coste de la deuda es imparable, al menos hasta que los bancos centrales más importantes (BCE, Reserva Federal, Banco de Inglaterra y Banco de Japón) reviertan su política y empiecen a transmitir mensajes de que se va ganando la lucha contra la inflación, lo que no se espera que se produzca hasta la segunda mitad del año.

España tiene que pagar este año por intereses de la deuda 31.275 millones de euros, de acuerdo con las previsiones de los Presupuestos Generales del Estado: son 85,7 millones de euros cada día del año sólo por el servicio de la deuda, es decir, sin amortizar nada del principal de montante total. En los últimos diez ejercicios (desde 2014 hasta 2023), el coste de los intereses de la deuda ha supuesto un desembolso para las arcas públicas de 320.000 millones de euros.

Subida de intereses

Según los PGE en vigor, el coste medio de la deuda acumulada era de 1,61% hasta agosto de 2022. Entonces, el BCE había realizado una sola subida del precio del dinero: del 0% al 0,50%, en el mes de julio, por lo que el dato se quedó obsoleto. Desde entonces, el BCE ha llevado a cabo otras nueve subidas más, hasta el 4,50%, lo que hace difícil que los pronósticos del Gobierno se lleguen a cumplir. 

Una sola décima de variación del coste medio de la deuda, del actual 1,6% a un 1,7%, una previsión demasiado optimista, supone un coste adicional de 1.420 millones de euros solo este año. Para 2024, con los Presupuestos Generales de Estado prorrogados, el coste adicional al fijado este año (31.275 millones) podría situarse en más de 5.000 millones de euros, en línea con el importe anual  abonado durante el trienio 2014-2016.  

Basta mirar cómo ha variado el coste de las últimas subastas realizadas por el Tesoro Público durante este año. Los tipos marginales de las Letras a tres meses se pagan al 3,49% (2,198% en enero); a nueve meses, al 3,737% (2,839%); a un año, al 3,68% (2,839%); los bonos a tres años al 3,533% (2,816%), y el bono a diez años, el de referencia en los mercados internacionales, al 3,598%. Hace un año, este último estaba en el 2,697% y en enero de 2022, en el 0,436%.

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