Nunca antes un país ha salido de la UE. Este jueves los británicos han votado a favor de abandonarla, lo que abre una situación inédita en la historia de la integración europea que plantea serias dudas sobre el procedimiento y mucha preocupación por las consecuencias económicas y políticas que puede suponer. Según un informe elaborado por la CEOE, normalizar las relaciones entre la UE y el Reino Unido puede llevar más de diez años tras el Brexit.
¿Cómo se va a articular la salida de Reino Unido? Según el apartado 2 del artículo 50 del tratado de la Unión Europea, el proceso se activará una vez que el país notificara formalmente al Consejo Europeo su deseo de abandonar la UE. Una vez dado este paso, no habrá vuelta atrás, puesto que la norma no contempla la posibilidad de revocar esta decisión. Lo único que podría hacer el Reino Unido si cambia de opinión seríá volver a iniciar el procedimiento de adhesión desde el principio una vez que dejara de ser miembro oficial de la UE.
El Consejo Europeo tiene dos años para negociar un acuerdo de salida
Tras la notificación, el Consejo Europeo tendrá que adoptar un acuerdo de salida en un periodo de dos años, que puede prolongarse siempre que haya unanimidad en el Consejo. Durante esos dos años, Reino Unido seguirá siendo miembro de la UE y se le seguiría aplicando el acuerdo comunitario.
Sin embargo, existe un consenso bastante amplio a la hora de calificar este plazo como insuficiente, puesto que habrá que adaptar una gran cantidad de normativa europea tras más de 40 años de pertenencia a la zona común. Actualmente, la legislación europea vigente contempla casi 100.000 actos jurídicos, con casi 20.000 directivas y reglamentos y más de 2.700 acuerdos internacionales.
También habrá que negociar un acuerdo comercial para regular las nuevas relaciones
Así que probablemente se necesitarán más de dos años para definir ese acuerdo de salida. Y, además, no servirá para fijar los términos de la relación futura entre la UE y Reino Unido, por lo que habrá que negociar otro acuerdo, en este caso comercial. Lo más probable es que los dos acuerdos se negocien de forma paralela, pero hay que tener en cuenta que las negociaciones comerciales suelen durar una media de cinco años.
Además, a este proceso habrá que sumar el periodo necesario de implementación de los acuerdos alcanzados para conseguir la plena normalidad en las relaciones bilaterales. Por todo esto, la CEOE cree que la salida de Reino Unido puede implicar un proceso negociador de más de 10 años para normalizar las relaciones entre la UE y el Reino Unido.
Otros acuerdos comerciales
Entre los acuerdos comerciales que se citan como posibles ejemplos a seguir figura el CETA (por sus siglas en inglés) que mantienen la Unión Europea y Canadá. Es uno de los acuerdos más completos y sus fechas nos pueden servir para hacernos una idea de cuánto tiempo podría tardar en aplicarse uno con Reino Unido. Las negociaciones entre UE y Canadá empezaron en el año 2009 y concluyeron en 2014, aunque el acuerdo final está aún pendiente de ratificación.
Por su parte, el tratado que negocia Europa con EE.UU., el controvertido TTIP, lleva cocinándose más de 25 años y aún no se ha sacado adelante. Y tampoco parece que vaya a aprobarse en lo que queda de año. El acuerdo pretende crear un mercado transatlántico que dé lugar a nuevas oportunidades económicas. Pivotará sobre tres componentes fundamentales: el acceso al mercado, las cuestiones reglamentarias y barreras no arancelarias y las normas.
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