La Comisión Europea ha activado por primera vez la cláusula de escape del Plan de Estabilidad y Crecimiento para permitir a los Estados miembros de la Unión Europea aumentar su gasto público aunque puedan incurrir en una desviación del déficit público.
El objetivo de Bruselas es que los países puedan implementar medidas que sean "oportunas, temporales
y selectivas" para paliar el impacto devastador del coronavirus en la economía, aunque eso suponga un fuerte incremento del déficit público. Al suspender el Pacto, la Comisión no evaluará el impacto de esas medidas en el déficit, pero sí podría vigilar los aumentos de déficit derivados de medidas no relacionadas con la pandemia: como es el caso de la renta mínima.
Esta medida, en la que trabajan el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, y el vicepresidente Pablo Iglesias, se perpetuará año tras año y aumentará el déficit público de forma indefinida, por lo que en ningún caso será "temporal".
La Comisión Europea cada año da indicaciones a los países sobre cómo deben elaborar sus Programas de Estabilidad y, en esta ocasión, además de darles más flexibilidad para incluir menos información, les había pedido que incluyeran todas las medidas específicas aprobadas para paliar los efectos del coronavirus.
EL Gobierno de España no incluyó la aprobación de la renta mínima, a pesar de que ya han anunciado que su aprobación va a ser inminente y que se empezará a abonar en junio.
Aumento de déficit permanente
Como es la primera vez que Brusela activa esta cláusula, no hay ningún precedente para saber con certeza cómo se aplicará en la práctica, aunque todo parece apuntar a que la renta mínima no será considerada una medida temporal diseñada como respuesta a la pandemia. El gasto del Estado en ERTEs sí lo es, por lo que ese desembolso no computará en el déficit.
"La mayor parte de las medidas adoptadas, en torno al 95%, tienen un carácter temporal y revierten de manera automática. Todas las medidas clasificadas como temporales provocarían una reducción del déficit del año siguiente al no ser recurrentes", explica la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) en su último informe.
No ocurre lo mismo con las medidas permanentes. "Las medidas de carácter permanente aprobadas hasta la fecha tendrán un impacto limitado sobre el déficit, aunque se han anunciado algunas, como la creación del ingreso mínimo vital, que supondrían un incremento estructural del déficit".
"Las medidas permanentes aprobadas hasta la fecha se limitan a determinadas reducciones de impuestos en el ámbito autonómico. No obstante, la creación de un programa de rentas mínimas supondría un incremento estructural del déficit que, en ausencia de otras medidas, se financiaría íntegramente con deuda pública", advierten.
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