La Comisión Europea (CE) revisa al alza la inflación prevista en España para este año, que en mayo situó en el 6,3% y ahora en el 8,1%, según consta en el pronóstico económico de verano publicado este jueves. Asimismo, Bruselas alarga la crisis de precios al elevar del 1,8% al 3,4% la subida media prevista para 2023, confirmando que España no cumplirá el próximo año el objetivo del 2% marcado por el Banco Central Europeo (BCE).
Para actualizar sus proyecciones, Bruselas tiene en cuenta información hasta el 5 de julio inclusive, por lo que incluye los dos paquetes adoptados por el Gobierno a principios de abril y finales de junio, a falta de incluir las nuevas medidas anunciadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el debate sobre el estado de la Nación.
Sobre el crecimiento económico del país, Bruselas lo mantiene en el 4% este año pero recorta 1,3 puntos el repunte del Producto Interior Bruto (PIB) de 2023, hasta el 2,1%. La Comisión Europea ya había recortado en mayo un punto esta previsión, pasando del 4,4% al 3,4%, por lo que en cuestión de tres meses ha reducido a la mitad el crecimiento esperado para el próximo año, retrasando aún más la recuperación.
"Se espera que las tasas de crecimiento intertrimestral del PIB se aceleren ligeramente en los próximos dos trimestres debido al regreso del turismo a los niveles previos a la pandemia. Hacia finales de año, se proyecta que la actividad económica vuelva a desacelerarse a pesar de una implementación más rápida de las inversiones bajo los fondos europeos, ya que se espera que los hogares ajusten sus decisiones de consumo a los precios más altos y la incertidumbre económica", explica la CE en su informe.
De esta forma, retrasa la recuperación de España aún más. Si antes estaba prevista para el verano del próximo año, ahora la Comisión Europea apunta al segundo semestre de 2023. "Los cambios en las perspectivas para 2023 se explican principalmente por un impacto más pronunciado de la inflación en el poder adquisitivo de los hogares, particularmente a principios de año, en un contexto de aumentos salariales limitados.
Este impacto estará parcialmente amortiguado por la liberación del ahorro acumulado, la resiliencia del mercado laboral y la indexación de las pensiones al IPC, según Bruselas. En 2023, se espera que la inversión, bajo el impulso del Plan de Recuperación y Resiliencia, sea el principal motor de la demanda.
Una inflación elevada en toda la UE
Paolo Gentiloni, comisario de Economía, ha destacado que en Europa, el impulso de la reapertura de nuestras economías apuntalará el crecimiento anual en 2022, pero para 2023 han revisado notablemente a la baja el pronóstico. Ahora se espera que la inflación récord alcance su punto máximo a finales de este año y disminuya gradualmente en 2023.
"Dado que se desconoce el curso de la guerra y la confiabilidad del suministro de gas, este pronóstico está sujeto a una gran incertidumbre y riesgos a la baja. Para navegar en estas aguas turbulentas, Europa debe mostrar liderazgo, con tres palabras que definen nuestras políticas: solidaridad, sostenibilidad y seguridad”, ha añadido Gentiloni.
En el conjunto de la Unión Europea, la previsión de inflación se sitúa ahora en el 8,3% para este año y en el 4,6% para el próximo. En este dato influyen algunos países con más inflación que España, como Letonia, Lituania, Bulgaria, Eslovaquia, República Checa, Hungría, Polonia, Rumanía, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo y Grecia.
Sin embargo, en el otro extremo están las grandes economías del euro: en Francia la inflación media este año se situará en el 5,9%, según Bruselas; en Italia, en el 7,4%; y en Alemania, en el 7,9%. Por su parte, Portugal tendrá una inflación del 6,8% este año y la más baja se localiza en Malta (5,6%).
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