La Comisión Europea (CE) ajusta ahora cuatro décimas al alza su previsión de crecimiento para España de cara a este 2023. Tras rebajarla hasta el 1% en noviembre, prácticamente a la mitad de lo que estimó en julio (2,1%), con la nueva coyuntura plantea ahora un repunte del Producto Interior Bruto (PIB) del 1,4%, que en todo caso se aleja de la proyección oficial del Gobierno. En los Presupuestos Generales del Estado (PGE) se sitúa el crecimiento del PIB en 2023 en el 2,1%, un pronóstico que desde Economía mantienen y con el que se sienten "cómodos".
Bruselas también revisa un punto al alza el crecimiento de España en 2022 hasta el 5,5%, frente al 4,5% marcado en noviembre y en línea con el dato avanzado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En todo caso, el año arrancó con un pronóstico de la Comisión que apuntaba a un crecimiento del 5,6%. La mayor parte de este fuerte crecimiento viene dada por la primera parte del año, con un robusto crecimiento del PIB en el segundo trimestre y sufrir un frenazo después.
La Comisión explica que "la resiliencia de la economía se vio respaldada por el fuerte repunte del turismo durante la temporada de verano y el dinamismo del consumo privado, respaldado también por la evolución positiva del mercado laboral". El mayor crecimiento viene de una primera mitad del año más fuerte de lo anticipada, especialmente el segundo trimestre, y de una desaceleración menos pronunciada en el último trimestre", añade.
Además, "a pesar de la pérdida de poder adquisitivo real, la desaceleración de la inflación a partir del otoño de 2022 contribuyó a fortalecer la confianza de los consumidores y las empresas, lo que a su vez sostuvo el consumo y la inversión hacia fines de año". Aun así, "en el cuarto trimestre de 2022 el PIB se mantuvo por debajo de su nivel previo a la pandemia en el cuarto trimestre de 2019", recuerda la Comisión.
Bruselas espera que "la actividad económica se recupere gradualmente en la primera mitad de 2023 y gane un mayor impulso en la segunda mitad del año". En tasas trimestrales, Bruselas proyecta un crecimiento prácticamente nulo en el primer trimestre (del 0,1%), con repuntes algo más fuertes a medida que avance el año (0,3% en el segundo, 0,5% en el tercero y 0,6% en el cuarto). En todo caso, no hay ningún trimestre en negativo en todo el horizonte 2022-2024.
"A medida que se modere la inflación, se espera que un mayor consumo privado y una mayor normalización del turismo mantengan la actividad durante todo el año. Además, los fondos europeos también deberían hacer crecer la inversión, especialmente en construcción y equipamiento", explica.
En 2024, se prevé que el crecimiento del PIB aumente al 2%, manteniendo intacta la estimación realizada en noviembre. En todo caso, la Comisión Europea advierte ya de la desaceleración del empleo. "Los factores que pueden pesar negativamente sobre la producción en el futuro son el debilitamiento de la dinámica del mercado laboral", comenta.
El pasado 19 de enero el Fondo Monetario Internacional (FMI) también revisó sus previsiones para España, en su caso rebajando una décima la de 2023, hasta el 1,1%. "Se prevé que el crecimiento se modere del 5,2% en 2022 al 1,1% en 2023, lo que refleja los efectos de los altos precios de la energía y los alimentos, las condiciones financieras más estrictas y una demanda externa más débil", señaló. De esta forma, el FMI no espera que el PIB de España alcance su nivel previo a la pandemia hasta principios de 2024.
Inflación subyacente
En cuanto a la inflación, Bruselas también revisa sus previsiones. 2022 cerró con una subida de precios media del 8,3%, según consta en el pronóstico de la Comisión publicado este lunes. Para este año, rebaja del 4,8% al 4,4% la inflación media, una cifra que en todo caso está por encima del objetivo del 2% marcado por el Banco Central Europeo (BCE). Ya en 2024 se situará en el 2,3%.
La Comisión recuerda que los precios de la energía disminuyeron a partir del tercer trimestre del año pasado, pero el traspaso de los altos precios de la energía a otros componentes de la cesta de la compra se ha acelerado considerablemente. "Se espera que esto eleve la inflación subyacente a niveles elevados en 2023, particularmente en la primera mitad del año y especialmente de los precios de los alimentos y los servicios, y en 2024", advierte.
Bruselas también espera que los obstáculos inflacionarios de este año se atenúen "parcialmente" con las medidas implementadas por el Gobierno, como la rebaja del IVA a la electricidad y el gas, el bono de descuento adicional en las facturas de electricidad para hogares vulnerables y la reducción del IVA en los alimentos básicos. Asimismo, apunta que de momento las subidas salariales fueron limitadas en 2022, pero un ajuste más rápido de lo previsto se traduciría en una mayor inflación subyacente sobre el horizonte de pronóstico.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación