La Comisión Europea solicitará al Gobierno español más detalles sobre los pilares económicos en los que se basará el Plan Integrado de Energía y Clima (PIEC), cuyo borrador entregó al Ejecutivo comunitario a finales del pasado mes de febrero. La prórroga para 2019 de los Presupuestos del Estado, confirmada en el Programa de Estabilidad, hace que el Ejecutivo que salga de las recientes elecciones generales trabaje con unas cuentas públicas que no contemplan un escenario económico actualizado.
La situación es similar a la que se daba cuando España remitió finalmente el PIEC a Bruselas. Por entonces, el Gobierno de Pedro Sánchez, actual presidente en funciones, no había conseguido sacar adelante en el Parlamento los Presupuestos de 2019 aprobados por el consejo de ministros. España presentó no obstante el PIEC dado que debería haberlo hecho antes de que finalizara 2018, con lo que ya acumulaba un considerable retraso. De hecho, fue el penúltimo de los 27 estados miembros en remitirlo a Bruselas.
El económico fue uno de los factores determinantes que explican este retraso. Tras llegar a Moncloa gracias al triunfo de la moción de censura del pasado 1 de junio, el Gobierno de Sánchez se puso a trabajar a marchas forzadas en el Plan, de la mano de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera.
El documento estaba prácticamente finalizado semanas antes de su aprobación definitiva pero el Ejecutivo quería remitirlo a la Comisión Europea con el apoyo de unos Presupuestos aprobados en el Congreso.
Una circunstancia que, finalmente, no fue posible, lo que además determinó la convocatoria de elecciones anticipadas. El debate económico en el seno del Ejecutivo en torno al PIEC también fue intenso, hasta el punto de que el consejo de ministros lo discutió al menos en dos ocasiones antes de su aprobación definitiva, forzado también por la premura de tiempo y el notable retraso que ya acumulaba el trámite.
Antes de fin de año
Sin Presupuestos, es decir, trabajando sobre la base de los últimos aprobados (y que fueron elaborados por el Gobierno del Partido Popular), el Gobierno envió el borrador del PIEC a Bruselas asumiendo que el Ejecutivo comunitario solicitaría una mayor concreción económica.
Tras las elecciones, el horizonte se ha despejado. El Ejecutivo ha confirmado a Bruselas que no habrá nuevos Presupuestos y que seguirá trabajando con los vigentes, en los que los planes de España para abordar la transición energética no tenían protagonismo. De hecho, antes de que triunfara la moción de censura, el Gobierno de Rajoy acababa de recibir el informe encargado a un grupo de expertos y estaba procediendo a su evaluación para confeccionar la estrategia energética del futuro.
La nueva Comisión Europea, resultante de las elecciones del próximo 26 de mayo, revisará los planes remitidos por los estados miembros y los devolverá con las pertinentes observaciones para que cada uno de los gobiernos los adapten a las indicaciones de la Comisión y proceda a aprobarlos definitivamente, antes del final del presente ejercicio, según el calendario establecido.
En su caso, España se verá lastrada al menos por el asunto de las cuentas públicas. Los parámetros del PIEC se encuentran entre los más ambiciosos de la Unión Europea e incluso van más allá de los objetivos comunitarios, como es el caso del objetivo de reducción de emisiones de gases contaminantes.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación