La Comisión Europea pide a España un ajuste de algo más de 9.000 millones (0,7% del PIB) para cumplir el objetivo de reducir el déficit por debajo del 3% del PIB. Así figura en las recomendaciones por país del Semestre Europeo publicadas este miércoles.
"Teniendo en cuenta consideraciones de sostenibilidad presupuestaria y la necesidad de reducir el déficit por debajo del valor de referencia del 3% del PIB, sería adecuada una mejora del saldo estructural de al menos el 0,7% del PIB para 2024. Para garantizar dicha mejora, el crecimiento del gasto primario neto financiado a nivel nacional en 2024 no debería superar el 2,6%", reza el documento.
Las previsiones de la Comisión para España apuntan a un crecimiento del gasto primario neto financiado del 1,4% en 2024, por debajo de la tasa de crecimiento recomendada, "si no se modifican las políticas". Las elecciones generales a final de año podrían suponer una amenaza para esa estimación.
Para el ajuste presupuestario, la Comisión también sugiere al Gobierno que destine el ahorro que supondrá retirar las ayudas contra la inflación (estimadas por la Comisión en un 0,6% del PIB en 2023). "Deberían suprimirse gradualmente, empezando por las menos selectivas, y el correspondiente ahorro debería utilizarse para reducir el déficit público", señala.
En las previsiones publicadas el pasado 15 de mayo la Comisión ya proyectaba un déficit público superior al que prometió el Gobierno para 2024, del 3%, en el Programa de Estabilidad 2023-2026 enviado y publicado a finales de abril. En concreto, el Ejecutivo comunitario cree que, con las actuales medidas, se mantendrá aún en el 3,3% del PIB el próximo año.
Regreso de las reglas fiscales en 2024
La reactivación de las reglas fiscales en 2024, suspendidas durante cuatro años por la excepcionalidad de la pandemia y la invasión rusa de Ucrania, será la 'patata caliente' que reciba el nuevo Gobierno. Tras las elecciones generales previstas para el próximo mes de diciembre, previsiblemente tendrán que llegar los recortes.
Además de los 'topes' marcados del 3% de déficit público y el 60% de deuda en relación al PIB del país, la propuesta de la Comisión Europea conocida a finales de abril establece que los Estados miembros con un déficit superior al 3%, como España actualmente, deben llevar a cabo ajustes fiscales mínimos del 0,5% del PIB al año. Esto es, unos 7.000 millones anuales.
España cerró el 2022 con un déficit público del 4,8% del PIB y una deuda pública del 113,2%, lo que en la práctica implica que a día de hoy estaría incumpliendo con creces estas reglas fiscales. De hecho, a cierre de 2022 era el país de la UE que más lejos estaba de volver al nivel de deuda previo a la pandemia (98,2%).
La recomendación que Bruselas hace ahora a España va en la dirección de lo que hace unas semanas apuntaban diferentes economistas en conversaciones con Vozpópuli: el ajuste fiscal del 0,5% en etapas de crecimiento puede ser natural, debido a los estabilizadores automáticos, sin que se realice ningún esfuerzo adicional. En este sentido, Bruselas apunta a la reducción del déficit estructural, con medidas específicas por las que se recaude más o se gaste menos.
Además, Bruselas también recuerda que las reglas fiscales también apuntarán a una reducción plausible y continua de la deuda pública. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) advirtió hace unas semanas que para cumplir con ese objetivo, será necesario un ajuste adicional de 0,46 puntos de PIB: unos 7.500 millones adicionales cada año o, lo que es lo mismo, 30.000 millones adicionales en los próximos cuatro años.
La Comisión recuerda este miércoles en su informe que la deuda pública en España "sigue siendo elevada" y aunque "en 2022 ha retomado la trayectoria descendente por el fuerte crecimiento del PIB nominal, sigue por encima de los niveles anteriores a la pandemia". Las perspectivas apuntan a que esta reducción continuará gracias a los fondos europeos, pero "a un ritmo más moderado".
Tras la publicación del documento de la Comisión, el Ministerio de Asuntos Económicos asegura "que la senda fiscal presentada por España cumplirá con los requisitos fiscales exigidos para 2024" y que "España formará parte del grupo de países (del que forman parte también Alemania, Francia y Portugal) que no presenten desequilibrios macroeconómicos, por primera vez desde 2012".
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