La Comisión Europea quiere que España, y el resto de Estados miembros, aporten ingresos al Presupuesto de la UE en base a los beneficios de las empresas a partir de 2024. En el caso de nuestro país esta "contribución nacional", como la denomina Bruselas, rondaría los 1.000 millones de euros al año, según cálculos de Vozpópuli. En total, con la tasa pretende ingresar 16.000 millones al año.
"Este nuevo recurso se calculará como el 0,5% de la base nocional de los beneficios de las empresas de la UE, indicador calculado por Eurostat a partir de las estadísticas de las cuentas nacionales", explica Bruselas. Detalla, además, que "no se trata de un impuesto de sociedades ni aumenta los costes de cumplimiento para las empresas".
Más bien "será una contribución nacional, abonada por los Estados miembros sobre la base del excedente bruto de explotación (GOS) de los sectores de las sociedades financieras y no financieras bajo el Sistema Europeo de Cuentas (SEC), que contribuirá a equilibrar la cesta de recursos propios y seguir diversificando las fuentes de ingresos del presupuesto de la UE".
La Comisión propone esta nueva tasa como sustitución temporal del Impuesto sobre Sociedades europeo que no logrado sacar adelante todavía. "Será temporal hasta que lo sustituya una posible contribución de Empresas en Europa: el marco para el impuesto sobre sociedades (BEFIT), una vez propuesto y aprobado unánimemente por los Estados miembros", advierte la Comisión Europea.
Según informan fuentes expertas, si se aplicara la tasa con el criterio del Impuesto sobre Sociedades en España recaudaría una cifra sustancialmente superior, previsiblemente 16.000 millones anuales sólo en el caso de nuestro país, lo mismo que pretende ingresar en total, en toda la UE, con la medida transitoria propuesta ahora. Es la cifra que resulta de aplicar la contribución al resultado contable positivo del Impuesto sobre Sociedades, que ha supuesto 327.241 millones de euros en 2022, según detalla el Informe Anual de la Agencia Tributaria.
"A partir de 2024, el recurso propio estadístico sobre los beneficios de las empresas generaría unos ingresos anuales de alrededor de 16.000 millones de euros (a precios de 2018)", detalla la Comisión. La propuesta pasa ahora a incluirse en las negociaciones con los Estados miembros reunidos en el Consejo en torno a una próxima generación de recursos propios para el presupuesto.
Nuevas fuentes de ingresos
Como parte del acuerdo de 2020 sobre el Presupuesto de la UE a largo plazo y NextGenerationEU, el Parlamento Europeo, los Estados miembros de la UE en el Consejo y la Comisión acordaron una hoja de ruta para introducir nuevos recursos propios en el presupuesto para respaldar el reembolso de los préstamos de NextGeneration.
Sobre esa base, la Comisión se comprometió a hacer dos conjuntos de propuestas para nuevas fuentes de ingresos. La primera se presentó en diciembre de 2021 e incluía propuestas basadas en el Sistema de Comercio de Emisiones (ETS), el Mecanismo de Ajuste Fronterizo de Carbono (CBAM) y el acuerdo del Pilar Uno de la OCDE.
Desde entonces, "se ha logrado poco progreso", asegura la Comisión Europea. En un intento por acelerar las negociaciones, con la subida de tipos y el apoyo adicional derivado de la guerra en Ucrania, Bruselas ha completado este martes su propuesta, antes de la fecha inicialmente prevista de 2024.
La Comisión Europea ha sido clara: las cuentas no salen y los Estados miembros deben aportar 66.000 millones en el periodo 2024-2027 para financiar las principales "prioridades políticas", como el apoyo continuado a Ucrania, la gestión de la migración y las inversiones en tecnologías limpias.
Junto a la tasa temporal sobre los beneficios empresariales hace otras dos propuestas: eleva al 30% la tasa sobre los ingresos generados por el comercio de emisiones de la UE y realiza un ajuste técnico del marco de control del Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono. Bruselas espera ingresar con todas estas medidas 24.000 millones a partir de 2024 y 36.000 millones desde 2028.
A Francisco de la Torre, inspector de Hacienda y autor de Y esto, ¿quién lo paga? Economía para adultos (Debate, Penguin Random House), le resulta curioso que ahora la Comisión quiera establecer un recurso propio sobre los beneficios de las empresas, coincidiendo con que están subiendo en toda Europa mientras el PIB se estanca.
Europa necesita más recursos
"Es complicado que todo esto prospere, pero Europa necesita muchos más recursos. Claro que resulta mucho más sencillo exigir recursos a los Estados que cualquier otra alternativa", señala, y apunta a contención del gasto: "Resulta sorprendente que la Comisión recomiende a muchos Estados, incluyendo a España, que recorte el déficit, y ahora diga que necesita muchos más recursos".
"La decisión de crear nuevos recursos propios la tienen que aprobar por unanimidad los Estados miembros, lo que no es precisamente fácil. Si no es así, o si la recaudación no es suficiente, entonces la diferencia la tendrán que aportar los ciudadanos de los Estados vía impuestos, en función de su PIB", advierte en su libro.
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