La Comisión Europea (CE) advierte al Gobierno de Pedro Sánchez de los "riesgos" que percibe en la recuperación de la economía española por "la velocidad y el impacto de la aplicación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR)". A él están asociados los fondos europeos (denominados Next Generation), de los que por ahora sólo se ha recibido un anticipo de 9.000 millones.
En un informe publicado este miércoles sobre la situación económica de España, la Dirección General de Asuntos Económicos y Financieros de la Comisión alerta de que "la absorción efectiva de los 69.500 millones de euros de subvenciones de la UE para 2023 podría estar menos adelantada de lo previsto, posponiendo así parte de su impacto económico".
De esta forma el Ejecutivo comunitario se suma a la oleada de organismos que están advirtiendo al Gobierno sobre los efectos de la ralentización en el ritmo de los fondos. Entre ellos destacan el Banco de España (BdE) y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que hace semanas ponían en evidencia una absorción "modesta" de estas ayudas no reembolsables, claves para el crecimiento económico futuro.
Las propias empresas también han puesto el grito en el cielo por este asunto. El gigante aeronáutico Airbus ha lanzado duras críticas contra el Gobierno en un informe interno por la “falta de coordinación y liderazgo de las entidades públicas” en la puesta en marcha de los proyectos asociados al dinero europeo, tal y como ha publicado El País.
Bruselas percibe que "existen riesgos relacionados con la velocidad y el impacto" de los fondos europeos. Por un lado, porque la absorción del dinero europeo puede ser más lenta de lo previsto; y, por otro, porque "los desajustes en el mercado laboral podrían retrasar la ejecución de las inversiones verdes y digitales previstas en el Plan".
Dos puntos de PIB en juego
Por contra, avisa al Gobierno de que "las reformas cruciales en ámbitos como el mercado laboral, las pensiones, la educación, las cualificaciones y las pyme podrían tener un mayor impacto en el crecimiento potencial". La aprobación de las dos primeras en tiempo y forma es condición sine qua non para que España sigue recibiendo dinero de los fondos europeos.
De momento, la Comisión Europea ha sido el organismo más duro en sus previsiones de crecimiento para España, rebajándolas del 6,2% al 4,6% y alargando la recuperación hasta 2023. Según sus cálculos, España será el último país de la UE en salir de la crisis provocada por la pandemia, pero fía la evolución al uso que se haga de los fondos europeos.
Las simulaciones de los servicios de la Comisión muestran que el Plan de Recuperación asociado a los fondos europeos tiene el potencial de aumentar el PIB de España entre un 1,8% y un 2,5% para 2024, según consta en el aval de los PGE también publicado este miércoles y firmado por el comisario de Economía, Paolo Gentiloni. Esta estimación no incluye el posible impacto positivo de las reformas estructurales, que, advierte "puede ser significativo".
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