El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, podría estar valorando abandonar el órgano regulador alemán, harto de encontronazos con el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, en lo relacionado a la compra de bonos de países en emergencia financiera como España, Italia, Portugal o Grecia. Así se asegura en una entrevista este jueves en el diario Handelsblatt, radicado en la ciudad de Düsseldorf.
De producirse, sería la tercera dimisión de un miembro destacado de la ortodoxia alemana. Weidmann recuerda a la figura de Jurgen Stark, que dimitió en septiembre de 2011 también por desacuerdo con la deriva del BCE. Con anterioridad fue Axel Weber, el anterior gobernador del Bundesbank, quien rechazó presidir un BCE en cuyas medidas no creía para pasarse al sector privado.
Weidmann podría seguir el camino de Jurgen Stark y Axel Weber, que rechazaron aplicar políticas con las que están en contra
El germano se declara "aislado" en el consejo del emisor europeo pero un vistazo a los comentarios de los lectores del prestigioso diario financiero nos lleva a una conclusión: la mayoría del pueblo alemán defiende las posturas inflexibles de Weidmann y Merkel. No todos, ya que algunos también hablan de la importancia de evitar una megacrisis que sería mucho peor para Alemania. En la entrevista se recuerdan las reglas del BCE en el Tratado de Maastrich que prohiben expresamente la compra de bonos, pero también que un país asuma las deudas de otro.
El desencuentro es tal que hasta provoca diferencias entre los propios alemanes. Weidmann acusa a Jorg Asmussen, miembro germano del consejo de gobieno del BCE, de "tocar interpretando siempre la partitura de Draghi".
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