Coger un Cabify puede costar el doble según el municipio desde el que se solicite el trayecto. La compañía establece dos precios dependiendo del municipio. Para unas zonas el coste del servicio mínimo es de 5,50 euros y para otras de 12 euros. El coste del servicio mínimo es el equivalente a la bajada de bandera, es decir, el coste inicial que paga el cliente por subirse al VTC.
"Se da la circunstancia de que hay municipios en los que el precio del servicio mínimo es mayor. En Alcobendas, Majadahonda o La Moraleja, Cabify cobra 5,50 euros por la bajada de bandera cuando en otros como Alcorcón, Getafe, Rivas, Arganda, Loeches o Alcalá de Henares el coste es de 12 euros", explica a Vozpópuli un conductor de la aplicación que trabaja en Madrid. Se puede comprobar la veracidad de estas tarifas en la web de Cabify, en las que también se detallan las del resto de España.
Desde la aplicación de transporte justifican esta diferencia de precio principalmente en dos factores, la densidad de población de cada municipio y el tiempo empleado por cada conductor.
La situación de los VTC podría cambiar tras las elecciones del pasado 10-N. La entrada de Podemos en el Gobierno supondrá una mayor tensión sobre plataformas como Cabify o Uber
"Para dar cobertura a municipios con diferente densidad de población tenemos tarifas mínimas diferentes que se aplican en la Comunidad de Madrid y así garantizamos que el servicio Cabify llega a un mayor número de municipios, al mismo tiempo que ese trayecto tiene un valor adecuado al coste del servicio de transporte y al tiempo invertido por el conductor", aseguran desde Cabify.
Precios de Cabify en fin de semana
El 40% de los desplazamientos de Cabify se produce fuera del anillo de la vía de circunvalación de la M-30. El coste total del servicio -al margen del precio del servicio mínimo- es establecido por la aplicación de origen español en función de la demanda existente en el momento en el que se solicite el transporte y del número de vehículos disponibles.
Esto supone que las denominadas 'zonas rojas', término con el que los conductores de Cabify identifican aquellos lugares con alta demanda -y por tanto con un precio más alto por el servicio- sean más frecuentes durante los fines de semana, especialmente el sábado, cuando hay más peticiones de servicio.
Por otra parte, la situación de los VTC podría cambiar tras las elecciones del pasado 10-N. La entrada de Podemos en el Gobierno supondrá una mayor tensión sobre plataformas como Cabify o Uber. La formación morada siempre ha defendido una mayor regulación para las empresas que optan por entrar en este negocio.
De hecho, el partido de Pablo Iglesias es el que ha defendido con mayor fuerza un cambio regulatorio que favorezca al taxi y 'marque de cerca' los VTC. La postura del PSOE en este sentido es dejar la regulación en manos de las Comunidades Autónomas.
El Partido Popular defiende la liberalización del sector, postura en la línea de lo demandado por Vox. Ciudadanos, también proclive a liberalizar, plantea además un marco regulatorio nacional para incrementar la competitividad del taxi.