Bankia y Caixabank comienza la sesión bursátil de este viernes con fuertes subidas después de que ambas hayan comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su intención de iniciar un proceso de fusión. El mercado ha recibido esta noticia con optimismo y a la apertura de la Bolsa española los títulos de la entidad catalana se revalorizaban un 4%, en tanto que los del banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri lo hacían mucho más, sobre el 19%. De esta forma, los títulos de Bankia alcanzan los 1,2 euros por acción y los de Caixabank, los 1,9 euros por acción.
Esta operación creará el banco español más grande por activos al aunar algo más 650.000 millones de euros. Además tendrá una gran capilaridad por todo el territorio nacional con 6.700 oficinas y más de 50.000 empleados. De salir adelante, las entidades tendrán que pasar por un proceso muy duro de ajuste de plantillas, que fuentes financieras lo elevan a al menos 12.000 personas.
El mercado ve este expediente de regulación de empleo (ERE) con buenos ojos pues ayudaría a mejorar el retorno sobre el capital (ROE) del nuevo banco fusionado.
En el primer semestre del año Bankia ganó 142 millones de euros, lo que supone un 64,4% menos que un año anteriortras hacer dotaciones por 310 millones de euros en provisiones para la covid-19. Caixabank, por su parte, obtuvo un beneficio neto de 205 millones de euros, un 67% menos, tras provisionar 1.155 millones por el mismo motivo.
Una operación casi forzosa
La integración de estas dos entidades no es una operación para crece. Se trata de una integración que se hace en un momento en el que el sector está en mínimos históricos por la baja rentabilidad y por los tipos de interés negativos, que seguirán inamovibles por la baja inflación y por consecuencia, seguirán lastrando las cuentas de resultados de los bancos.
El Banco Central Europeo (BCE) ha advertido en diferentes ocasiones de la urgencia de nuevas fusiones en el sistema financiera español para poder capear la ola de morosidad que se les viene encima tras los impagos que surgirán por la covid-19. Luis de Guindos habló en una de sus últimas intervenciones sobre la "persistente ineficiencia de costes" de las entidades de la zona euro, con duplicidades de redes de oficinas, lo que mantiene elevada su ratio de costes sobre ingresos, que se sitúa en una media del 66%, por encima de la de sus competidores de Estados Unidos y los países nórdicos.
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