En plena tensión entre el Gobierno y la banca por el nuevo impuesto sobre su margen de interés y comisiones, CaixaBank, el mayor banco en España, ha comenzado a encarecer su oferta hipotecaria. La entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri cobra, desde este mes de agosto, nuevos recargos por el acceso a sus hipotecas a tipo fijo -que siguen siendo las más demandadas-, según ha podido cotejar este medio a partir de fuentes del mercado.
A fecha de julio, el banco con sede social en Valencia y participación en su capital del propio Estado era el único de los grandes que no había endurecido su oferta de créditos a tasa fija ante el cambio de ciclo dinamizado por la inflación. Fuentes financieras apuntan a Vozpópuli que el contexto de subida de tipos de interés ya desatado por el Banco Central Europeo ha llevado a CaixaBank a encarecer su oferta, si bien las mismas fuentes inciden en que se trata de un incremento reducido.
Entidades como Banco Santander y Bankinter acumulan ya recargos superiores al 20% en lo que va de año, hasta los 812 euros mensuales y 843 euros/mes para una hipoteca tipo de 200.000 euros a 30 años respectivamente. Por su parte, BBVA anota un aumento del 8,6% (hasta los 744 euros/mes) y Sabadell, del 10,3% (alcanzando los 749 euros/mes).
En el caso de CaixaBank, la subida -la primera del año- ha sido del 6,3% en agosto respecto a julio. Para una hipoteca promedio de 200.000 euros a 30 años financiada al 80%, el aumento es de un mínimo de 44 euros al mes, hasta los 734 euros mensuales, si se toma como referencia el TIN. El TAE de CaixaBank ha pasado del 2,81% en julio al 3,36% desde el primer día de agosto. La hipoteca a tipo fijo de CaixaBank, Casafácil, es líder del mercado con una cuota del 26%.
Otras entidades que han aplicado subas este mes han sido Abanca y la filial digital del Santander, Openbank. En el caso del banco gallego, el incremento ha sido del 6,7%, hasta los 842 euros mensuales para una hipoteca tipo, mientras que Openbank ha surtido un alza del 5,4%, hasta los 803 euros mensuales de cuota mínima.
Cambio de ciclo en las hipotecas
La banca ha empezado a endurecer las condiciones de las hipotecas fijas ante la espiral alcista de las variables ligadas al euríbor. El índice entró en abril en positivo y ha subido desde entonces hasta posicionarse en torno al 1% ante el marco de creciente inflación en Europa. El Banco Central Europeo, en suma, aplicó un primer incremento de los tipos de interés del 0,5% en julio -mes en el que se concentraron los recargos entre la gran banca-, y se espera que en septiembre efectúe otra del 0,5%. En el medio, el Ejecutivo ha anunciado un nuevo impuesto precisamente sobre el margen de interés y comisiones de la banca.
Lo previsible es que lo anterior erosione el ritmo de compraventa de viviendas, como ya han detectado compañías como Metrovacesa, la mayor promotora española. Distintos portales inmobiliarios han constatado descensos de hasta un 15% en las búsquedas. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, correspondientes al mes de mayo, dieron cuenta de la mayor cifra de hipotecas registradas en un mes desde 2011, con un predominio claro todavía del tipo fijo (72%), lo que sugiere que los compradores han intentado aprovechar para acceder a las fijas antes del cambio en la política monetaria del BCE -según iAhorro, los créditos a tipo fijo se abarataron más de un 40% entre 2011 y 2021-. Como alternativa intermedia, la banca ha empezado a depurar alternativas de hipotecas a tipo mixto, que ofrecen préstamos a tipos repartidos.
En cualquier caso, proyecciones que toman en cuenta la posible evolución del euríbor hasta diciembre anticipan un claro endurecimiento de las hipotecas y del acceso a la vivienda. Es el caso del propio equipo de estudios de CaixaBank para un euríbor a doce meses en el 2,1% en diciembre, similar al 1,9% que proyecta Bankinter. De acuerdo a los cálculos del mayor banco español, el peso de la vivienda sobre los ingresos de las familias españolas podría crecer un notable 20% ya en el segundo semestre de este mismo 2022. El gasto en un piso pasaría del 33% de los ingresos en 2021 a superar el 40% entre finales de este año y principios del 2023, lo que adquiere relevancia si se tiene en cuenta que el límite de deuda sostenible se sitúa en el 35%.
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