Caixabank ha obtenido en el primer trimestre del año un beneficio neto de 90 millones de euros, un 83,2% menos que en el mismo período de 2019, tras realizar una provisión extraordinaria de 400 millones por la covid-19, y ha dejado sin efecto los objetivos financieros previstos para 2021 por el impacto de la pandemia.
Desde la declaración del estado de alarma y hasta el 23 de abril, más de 147.000 clientes han solicitado una o varias moratoria de pagos y la entidad ha gestionado 95.000 peticiones de aplazamiento hipotecario y 125.000 de consumo, que afectan a una cartera con un importe de unos 8.500 millones de euros.
Prestamos durante la crisis sanitaria
En este período, la entidad ha concedido 14.000 millones de euros al sector empresarial, al margen de las líneas ICO, destinados a la financiación de grandes empresas, pymes, autónomos y emprendedores.
En cuanto a las líneas ICO, desde el inicio de su comercialización el banco ha gestionado 128.700 solicitudes por un importe de 11.140 millones, de los que 3.700 millones ya han sido abonados, según ha informado este jueves Caixabank.
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