Economía

Calviño corteja a Alemania y Francia en la recta final de la elección de la Presidencia del BEI

Gira de promoción personal de su candidatura a la Presidencia del BEI. Llama la atención en Bruselas que haya sido designada candidata por un presidente en funciones

A veinte días de que se produzca la votación para la Presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI) en Santiago de Compostela el 16 y 17 de septiembre, la vicepresidenta primera en funciones, Nadia Calviño, inaugura una gira de promoción de su candidatura en las dos plazas fuertes de la UE: Alemania y Francia. El tour, que se prevé que siga en otras capitales, se percibe como una campaña personal de Calviño por distintas fuentes consultadas por Vozpópuli en Bruselas.

Estas fuentes muestran sorpresa con su designación como candidata por parte de un presidente del Gobierno en funciones y que se haga en el marco de la Presidencia española de la UE.

Precisamente, fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos en Funciones ciñen el objeto de las visitas a la Presidencia española de la UE y a los expedientes que hay en curso.

Este lunes, Calviño ha celebrado un encuentro con el ministro de Finanzas de Alemania, Christian Lindner, en la sede del Ministerio, en Berlín. Y este martes hace lo propio con Bruno Le Maire, ministro de Finanzas de Francia, en París. Asuntos Económicos no descarta que pueda haber más viajes.

El Gobierno declaró antes de las elecciones que pretendía que España concurriera al BEI, lo que no era obligatorio, pero no desveló con qué candidatura. De hecho, Calviño parecía descartarse a sí misma. "Estoy absolutamente comprometida con el proyecto que lidera Pedro Sánchez […] España tiene personas con un extraordinario talento y, por supuesto, presentaremos en tiempo y forma a un candidato óptimo para presidir el Banco Europeo de Inversiones".

Sin embargo, entonces, algunos observadores daban por descontado que ella misma se postularía si no salía un vencedor con posibilidades de gobernar y que buscaría que el PP la promoviera si Alberto Núñez Feijóo ganaba con claridad.

La sorpresa es que lo ha hecho cuando el PSOE se presenta a sí mismo como única posibilidad de gobierno. Y es que Calviño dice verse a sí misma con muchas papeletas y aunque asegura que su candidatura no interfiere con la Vicepresidencia Económica, sus planes sitúan la Dirección económica del Gobierno como un segundo plato si reedita el fracaso que obtuvo cuando se presentó para presidir el Eurogrupo y con la retirada de su candidatura para dirigir el FMI.

De hecho, como ha publicado este periódico, su candidatura emerge como el precio que se ha cobrado por su extraña implicación en la campaña del 23-J, participando como la que más sin ser del PSOE ni figurar en las listas. El peaje que Pedro Sánchez hizo pagar a Calviño por su futuro en el BEI fueron las elecciones.

La victoria en la que dice confiar implica que el PSOE se queda sin dirección económica y que si Pedro Sánchez logra ser investido y mantiene el plan que asegura Calviño de ser vicepresidenta hasta enero, en todo caso estaría en el puesto un mes escaso.

Las explicaciones de la vicepresidenta en funciones de que su candidatura no afecta a su liderazgo económico resultan ahora todavía más llamativas, cuando la presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha fijado el debate de investidura de Núñez Feijóo el 26 y 27 de septiembre.

Esto implica que tras el probable fracaso del popular, si Sánchez consigue ser investido, no habría gobierno como pronto hasta noviembre. Y Calviño sólo ha asegurado su permanencia hasta diciembre.

Sólo ella se ve con "máximas opciones de éxito"

La candidatura de Calviño se anunció el 11 de agosto y al día siguiente la vicepresidenta en funciones declaraba a los medios en Cádiz que sólo ella "tenía las máximas opciones de éxito" en la elección.

"Dado el calibre del resto de competidores, el presidente Sánchez y yo vimos claramente en nuestros contactos informales tras las elecciones, que solamente una candidatura con mi nombre tenía las máximas opciones para prosperar", manifestó. "Cualquier otro candidato o perfil hubiera sido dar la batalla por perdida", aseguró.

Para la vicepresidenta, su candidatura es "fuerte por el resultado de las políticas económicas" que ha llevado estos cinco años. "Un resultado positivo", en palabras de Calviño, "reconocido por todos los organismos nacionales e internacionales públicos".

Se presenta como candidata con muchas posibilidades, a pesar de que se enfrenta a Margrethe Vestager. También es un rival importante Daniele Franco. En Bruselas es mejor visto que concurra al puesto a pesar de tener posibilidades de gobernar que si no las tuviera, pero a las fuentes antes citadas les llama mucho la atención que haya sido designada en funciones, lo que creen que jugará en su contra.

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