El Gobierno prorrogará este martes la rebaja del IVA de los alimentos básicos, una medida vigente desde enero que expira el próximo 30 de junio y que la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, se había comprometido a eliminar en mayo si la inflación subyacente hubiera bajado del 5,5% en marzo, algo que no ocurrió.
Calviño explicó este martes que ahora resulta necesario prorrogar la rebaja del IVA porque los precios de los alimentos "se mantienen por encima de lo razonable". Sin embargo, tanto el Banco Central Europeo (BCE) como el Banco de España (BdE) han desaconsejado esta medida.
Ambos organismos entienden que las ayudas son necesarias en el actual contexto inflacionista, pero deben estar bien focalizadas en los hogares más vulnerables para evitar efectos indeseados en la inflación y un coste fiscal innecesario. La rebaja del IVA, sin embargo, beneficia a todos los españoles, sin distinción.
En este sentido, el BdE ha abogado por sustituir esta ayuda generalizada por transferencias directas a las familias que más lo necesitan. Esto, en la práctica, supondría un menor coste para las arcas públicas y protegería de igual forma a los más vulnerables, según el supervisor bancario.
Esta posición está alineada con la del Banco Central Europeo, que pide coherencia entre la política fiscal y la monetaria que está aplicando. En este sentido, reclama a los gobiernos que pongan el foco en los hogares con menos renta y les ayuden, preferiblemente, de manera directa.
Sobre el caso concreto de España, su presidenta, Christine Lagarde, ya se expresó en contra de la rebaja del IVA en marzo. En una entrevista en Antena 3, criticó que los efectos de la medida "no se ciñen específicamente a los vulnerables" y, al revertirla, "tiene un impacto al alza sobre la inflación".
Esta última podría ser una de las razones que han llevado al Gobierno a prorrogar la medida: el rebote de la inflación de los alimentos justo antes de las elecciones del 23 de julio podría tener un coste político. Aunque las expectativas sobre la inflación son positivas, el IPC de mayo apuntaba a que los precios en el súper no están bajando todavía. De hecho, van ya veinte meses seguidos de subidas.
"Estamos pendientes de los datos de los precios en junio, pero se ve que el precio de los alimentos sigue estando elevado. Por eso creemos que se tiene que mantener, pero siempre vinculado a cómo vayan evolucionando los precios en los próximos meses", reconoció Calviño este lunes.
El próximo dato de inflación, el avance de junio, se publicará este jueves. Se espera que sea un dato positivo, incluso por debajo del 2%, por el 'efecto escalón' de comparar con junio de 2022, cuando alcanzó el 10,2%. Sin embargo, la descomposición que permite saber cómo han evolucionado específicamente los alimentos, con mayor resistencia a la baja, no se conocerá hasta el 12 de julio.
El escaso ahorro de la rebaja del IVA
Otro asunto a tener en cuenta es el ahorro que realmente supone la rebaja del IVA de los alimentos básicos a los consumidores. Además del Banco de España, varios think tanks han cuestionado el impacto de la medida también desde este punto de vista.
Según EsadeEcPol, durante los seis meses que ha estado vigente, la rebaja del IVA ha ahorrado a los hogares más pobres un 0,15% de su gasto anual en el supermercado (un 0,3% si se extendiese la medida hasta diciembre), y un 0,065% a los del decil superior (los más ricos tendrían un ahorro máximo al año del 0,13%).
En términos absolutos, a las familias con menos capacidad económica (con una renta anual inferior a los 16.196 euros) les ha supuesto un ahorro de unos 23 euros en los seis meses de vigencia de la medida, según cálculos de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas). Estos cálculos coinciden con los realizados por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).
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