El ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital sólo ha asignado hasta ahora 459 millones de euros de los 6.195 millones de los fondos europeos disponibles para 2023. Unas subvenciones movilizadas de forma extraordinaria por la UE para contrarrestar los efectos de la pandemia y, sobre todo, para transformar la economía española. Se supone que la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, que ahora se encuentra en plena campaña para alcanzar la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI), es la encargada de coordinar las ayudas europeas; también de poner en marcha un nuevo modelo de crecimiento para España basado en la industria y las tecnologías, en detrimento de los servicios.
Según la información de la Intervención General del Estado, este departamento sólo había asignado hasta julio (últimos datos disponibles) el 7,4% del gasto del denominado Mecanismo de Recuperación y Resilencia (MRR), frente al 41,1% del año pasado en este mismo mes. Lo que evidencia un enorme retraso cuando, a pesar de las revisiones al alza del PIB de los años anteriores realizada por el INE, ya se advierte una ralentización de la economía.
Sólo los ministerios que no están llamados a la modernización y el cambio económico, como Política Territorial, Seguridad Social, Trabajo o Exteriores, se encuentran por debajo de este umbral de realización presupuestaria. Y llama la atención que departamentos como Interior (9,4%), Defensa (10%), Derechos Sociales (15,4%), Justicia (16,6%), Consumo (25,6%) o Cultura (30,1%) hayan consignado ya un nivel muy superior de ejecución al de Asuntos Económicos, que cuenta con el mayor presupuesto de estos fondos por detrás de Industria. A nivel general, los ministerios sólo han cumplido hasta este séptimo mes del año el 24,9% de las asignaciones de gasto, nueve puntos menos que hace un año.
Programas de gasto de Calviño
De los 22 programas de gasto previsto en Asuntos Económicos del MRR, sólo uno, relacionado con la Ciberseguridad: Fortalecimiento de la Capacidad de los Ciudadanos y Pymes (con un gasto realizado del 90%, hasta 119 millones) registra un nivel superior de ejecución respecto al 58% que correspondería a esta altura del ejercicio. El resto está aún en mantillas y ocho de esos planes ni siquiera se han iniciado.
Por ejemplo, sorprende que no se hayan activado los 1.443 millones asignados al Programa de Digitalización e Innovación I+D+I+Digitalización, ni los 1.150 millones del PERTE Chip: Fortalecimiento del Sistema Científico, ni los 348 millones del Despliegue de Infraestructuras Digitales Transfronterizas.
Además del Programa de Despliegue 5G: Redes, Cambio Tecnológico e Innovación, sólo se han ejecutado 20 millones de los 1.129 consignados en el ejercicio (1,8%); de los 400 millones de los planes de Modernización y Digitalización del ministerio únicamente se ha ejecutado el 19% de los casi 500 millones previstos; de los 400 millones presupuestados del Programa de Espacios Datos Sectoriales sólo se han empleado unos 10 millones (2,4%); y de los 300 millones destinados a Favorecer la Vertebración Territorial con el Despliegue de Redes (extensión de la banda ancha ultrarrápida para la cobertura de los móviles) sólo se han utilizado 76 millones (26,4%).
Interior, Defensa, Derechos Sociales o Justicia han consignado ya un nivel muy superior de ejecución al de Asuntos Económicos, que cuenta con el mayor presupuesto de estos fondos por detrás de Industria
El Gobierno había estimado un gasto inicial total de 28.962 millones de ayudas europeas en 2023 en los Presupuestos Generales del Estado, que ha elevado a 35.905 (un 25% más). Pero, hasta julio sólo ha empleado 8.942 millones (obligaciones reconocidas netas), ese 24,9%, cuando ya debería haber articulado unos 21.000 millones. El 70% del gasto estimado de estos fondos de la UE (casi 25.000 millones) corresponde a transferencias de capital (ayudas directas); un 13% a activos financieros (préstamos), unos 4.500 millones; y casi un 10% a inversiones reales (3.000 millones). Pero, sólo se han gastado hasta ahora 7.350 millones en trasferencias (29,5%), 271 millones en activos (6%) y 235 en inversiones (7,8%).
Hacienda es el ministerio que mayor ejecución de gasto ha realizado en este periodo. Ha llegado al 83% frente al 0,4% del año anterior. Le siguen: Igualdad, con el 68% frente al 4,7% de hace un año; Transición Ecológica, con el 62% frente al 47% en julio de 2022; y Educación, con el 45% frente al 55% en el ejercicio anterior. Llama la atención que, además de Asuntos Económicos, ministerios llamados a participar activamente en la modernización y en el cambio de modelo de crecimiento económico como Industria (23%), Transportes (21%), Ciencia e Innovación (28%), tengan un cumplimiento tan bajo del gasto de estas ayudas.
Industria, Comercio y Turismo es el departamento con mayores partidas procedentes de los fondos. Se aproximan a los 9.000 millones (25% del total), pero sólo se ha gastado el 22% en estos siete primeros meses del año (unos 2.000 millones). Le siguen: Asuntos Económicos, con esos casi 6.200 millones y un gasto actual de 459 millones; Transportes, que tiene asignados 6.113 millones, pero sólo ha cubierto hasta ahora unos 1.300 millones; y Transición Ecológica con un presupuesto de 5.000 millones y un empleo de 3.100 millones en lo que va de año.
Proyectos atrasados
Por Programas, destaca que en Industria no se haya activado aún el gasto previsto de 1.000 millones del Impulso a la Competitividad y Sostenibilidad de la Industria I+D+I o que el mismo programa con inclusión de la Digitalización, dotado con casi 4.200 millones, sólo se haya ejecutado en un 17% (715 millones). Además, de los 1.041 millones destinados a internacionalizar las pymes, sólo se han gastado 21 millones (2%).
Transportes sólo ha usado 171 millones de los 2.700 millones (6,3%) de que dispone para la Rehabilitación y Recuperación de la Economía Social en Entornos Residenciales así como 70 millones (6,9%) de los más de 1.000 previstos para el Programa de Zonas de Bajas Emisiones del Transporte Urbano y Metro. Transición Ecológica no ha activado el Programa de Rehabilitación Energética de Edificios dotado con 300 millones.
Por su parte, Ciencia e Innovación sólo ha realizado el 25% de las transferencias de capital previstas (1.054 millones), entre ellas a la Agencia Estatal de Investigación). Y, por ejemplo, Derechos Sociales sólo ha cumplido el 7% de los 880 millones previstos de inversión en equipamientos y tecnología del Plan de Apoyo y Cuidados de Larga Duración y ha llegado al 27% del gasto del Plan de Modernización de los Servicios Sociales dotado con 388 millones.
En cuanto al resto de ministerios, destaca la inejecución de los 100 millones destinados a impulsar la economía social por parte de Trabajo y que sólo haya utilizado 69 millones de los 1.000 previstos de transferencias de capital a organismos como el SEPE. Llama la atención también que: Sanidad no se haya gastado un solo euro de los 130 millones previstos para transferencias de digitalización a las CCAA y que sólo se haya empleado el 2,6% de la partida destinada al Plan de Racionalización del Consumo de Productos Farmacéuticos; que las aportaciones a la Seguridad Social del MRR sólo alcancen el 6,3% de los 206 millones previstos; que Universidades se haya olvidado de activar los 121 millones de que dispone para la formación del personal docente e investigador; que Agricultura haya omitido los 268 millones previstos para el Plan de Mejora de la Eficiencia de los Regadíos; y que, por ejemplo, hayan quedado bloqueados los planes de digitalización de Exteriores, Justicia o Consumo.
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