El nuevo cuadro macroeconómico en el que se apoyarán los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023 contempla un mayor 'tirón' de la inversión pero un frenazo en el mercado laboral, con un crecimiento de apenas el 0,6% y una tasa de paro que todavía continuará por encima del 12%.
Las cuentas públicas del próximo año se sustentan en un crecimiento del PIB del 4,4% este año, una décima más de lo previsto, pero del 2,1% en 2023, seis décimas menos de lo que proyectaba el Ejecutivo en julio.
Este crecimiento estará impulsado fundamentalmente por la inversión en bienes de equipo (que crecerá un 9,5% en 2023) y en construcción (8,4%). Estas previsiones son más optimistas que las que tenía el Gobierno hace sólo tres meses, cuando planteaba repuntes del 3,8% y 7,4%, respectivamente.
De esta forma, el Gobierno confía en el despliegue del Plan de Recuperación, que calcula que aportará 2,6 puntos porcentuales de media al PIB al año hasta 2031. De hecho, Calviño ha reconocido que sin los fondos europeos “habría una caída de la inversión".
Sin embargo, rebaja las expectativas sobre el empleo, que ya eran moderadas en julio, cuando auguraba que en 2023 éste crecería un 0,8%. También recorta su previsión sobre la tasa de paro, que en 2023 esperaba rebajar hasta el 12% y ahora deja en el 12,2%.
Finalmente, el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital que dirige Nadia Calviño no da previsiones de inflación, pero se puede tomar como referencia el deflactor del consumo privado. Según el Gobierno, éste se situará en el 7,7% en 2022 y en el 4,1% en 2023.
Menos consumo privado
La inflación media es relevante para prever cómo podrá comportarse el consumo privado, que Calviño espera que crezca un 1,2% este año y un 1,3% en 2023, muy por debajo de las previsiones que tenía en julio (3% y 2,5%, respectivamente).
La inflación prevista también es relevante para el gasto público, puesto que la principal partida, las pensiones, se revalorizarán conforme al IPC medio de este año.
La Ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha avanzado que previsiblemente subirán un 8,5%. Este periódico ya avanzaba hace unos días que el coste que tendrá la revalorización de los sueldos públicos y las pensiones que prepara el Gobierno se aproximará a los 24.000 millones.
El gasto en consumo final de las Administraciones Públicas también se recorta en las nuevas previsiones del Gobierno. En concreto, este año caerá un 1% (frente al repunte del 0,9% que contemplaba en julio) y subirá un 0,4% en 2023 (frente al 2,2%).
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