El caos ha reinado hoy en el juicio de las 'tarjetas black'. El orden de declaración de los testigos y el rechazo a algunas pruebas por parte del tribunal presidido por Ángela Murillo han provocado protestas airadas por parte de los abogados, tanto defensas como acusaciones. Hay un temor entre las acusaciones a que algunas de las decisiones del juzgado pueda afectar al caso.
Muchos de los presentes no recuerdan haber estado en ningún juicio como éste. Son muchos los acusados, un total de 65, lo que unido a sus defensas y las seis acusaciones hacen de este proceso una lucha constante.
El primer percance se originó por la fecha de la declaración del expresidente Jaime Terceiro, que no está citado hasta finales de noviembre. Dicha decisión generó un enfado monumental entre los abogados defensores, que piden que Terceiro esté entre los primeros testigos para así poder adaptar su estrategia durante el resto del juicio. "Es una perversión del sistema procesal y del orden establecido" señaló uno de los abogados. Por ello, Murillo decidió adelantar la cita de Terceiro al próximo 24 de octubre.
"Es una perversión del sistema procesal y del orden establecido", protestó un abogado ante el retraso de la declaración de Terceiro
El segundo motivo de conflicto fue por la renuncia de testigos por parte de las defensas. Ante la evolución del juicio, muchos abogados echaron marcha atrás en algunas declaraciones, entre ellas las del actual secretario del consejo de Bankia, Miguel Crespo, el director de Medios, Juan Chozas, y dos muy esperadas, los dos peritos del Banco de España que pusieron patas arriba el caso Bankia, Antonio Busquets y Víctor Sánchez Nogueras.
Las acusaciones, lideradas por el Fondo de Reestructuración (Frob), intentaron frenar este movimiento, pidiendo al juzgado que se mantuvieran estos testigos, sin éxito. En este punto, una defensa acusó al Frob y Bankia de hacer un "uso torticero" de sus pruebas.
El tercer y último enfrentamiento lo provocó un exdirectivo de Caja Madrid que declaró como testigo, Domingo Navalmoral, que estuvo imputado pero dejó de estarlo por prescripción. Intentó presentar un documento con la oferta económica que le hizo Caja Madrid, en el que se incluía una "tarjeta para gastos". Las defensas intentaron que se aportara dicho documento a la causa, algo que apoyó el fiscal, pero el tribunal se negó.
Desde las acusaciones se teme que las defensas se puedan aferrar al rechazo de pruebas y al cambio de calendario para reclamar indefensión en caso de sentencia en contra, para tratar de anularla.
Mientras, los testigos que sí declararon, entre ellos varios directivos de Caja Madrid y Bankia clave en la contabilidad y fiscalidad, atestiguaron que la contabilidad era opaca y que la entidad se dedujo infundadamente los gastos de las tarjetas por el Impuesto de Sociedades.
El gallinero de las 'black'
Mientras tanto, los acusados cada vez se sienten más como en su casa a medida que avanza el juicio. Todos salvo Enrique de la Torre, exsecretario, que tras cargar el lunes contra los consejeros ahora es persona non grata para gran parte de los acusados.
Al margen, se han hecho varios grupos de acusados, entre los que destaca el de exconsejeros de Bankia que procedían del mundo empresarial: Arturo Fernández, Javier López Madrid y Juan Iranzo.
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