Economía

¿Cómo afectará el cambio de la política monetaria de los bancos centrales al cierre de 2024?

Hablamos con Iván Díez Sainz, Country Head-Spain, Portugal, Andorra & Latam de LFDE sobre las nuevas políticas monetarias y su impacto en los mercados, las estrategias a seguir en un panorama como el actual, oportunidades a este y al otro lado del Atlántico y perspectivas para final de año

¿Qué impacto esperáis que tenga el cambio de política monetaria anunciado por Jerome Powell en los mercados de renta fija y renta variable durante el último cuatrimestre del año?

Es cierto que una bajada de tipos de interés beneficia positivamente a todas las clases de activos en general y a los activos de riesgo en particular. Hay que prestar atención a si, esa bajada de tipos o ese recorte de tipos de interés, sea suave y no brusca, porque si fuese brusca significaría que, efectivamente, en vez de ser un aterrizaje suave, estaríamos hablando de un aterrizaje forzoso y eso sería perjudicial para los mercados e incluso para los activos de riesgo. Pero si nos fijamos en la renta variable, una bajada de los tipos de interés suave, sería beneficioso para las acciones de calidad, para las acciones de crecimiento e incluso para las pequeñas y medianas compañías que tienen mucha correlación con los movimientos de los tipos de interés.

¿Qué estrategias podrían ser efectivas para gestionar la exposición a los bonos en un entorno de ajustes en la política de tasas de interés por parte de la Fed y el BCE?

Lo primero que hay que decir es que hay que tener cuidado, porque es cierto que los tipos han bajado de manera significativa en las últimas semanas, pero podrían seguir bajando si realmente llegamos a un hard landing o a un aterrizaje forzoso porque la economía va peor de lo que esperamos. Pero incluso si fuese suave esa bajada de tipos de interés, estaríamos hablando de que las políticas monetarias siguen estando restrictivas, y por lo tanto podrían pesar tanto en la economía como en la inflación. Nosotros en ese sentido y frente a las posibles bajadas de tipo de interés, lo que hemos hecho en la renta fija es alargar la duración de nuestros bonos en cartera.

Hemos asumido el riesgo en la duración y sin embargo en la parte de crédito estamos más positivos en la parte de crédito corporativo, grado de inversión donde vemos que el riesgo es menor, el cupón que está ofreciendo está por encima de la inflación e incluso nos puede servir de protección en el caso de que haya un aterrizaje forzoso. Por lo tanto, crédito corporativo e incluso híbridos que es lo que estamos implementando en nuestros fondos de renta fija, por ejemplo el Echiquier Credit Europe ISR donde tenemos crédito investment grade y crédito corporativo híbrido.

¿Cuáles son los sectores en Europa que podrían beneficiarse más de un enfoque hacia la inteligencia artificial y la tecnología en el corto y mediano plazo?

Habría que decir que la inteligencia artificial es una tecnología universal y está presente en todos los sectores de la economía, en todos los sectores económicos y en todos los sectores de actividad. Desde la tecnología, que es lo más común, pasando por la industria, salud, servicios financieros, energías renovables, comercio electrónico… Por lo tanto, es una tecnología universal. Es cierto, si echamos la vista atrás hace seis años, en el 2018, el universo de este tipo de compañías de inteligencia artificial eran alrededor, desde nuestro punto de vista, en LFDE unas 80 compañías, hoy estamos hablando más de 500 compañías; y en Europa hay muy buenas compañías también que contribuyen al desarrollo de la inteligencia artificial.

Tenemos compañías que usan utilizadores de la inteligencia artificial, que son los que utilizan toda la inteligencia artificial para vender sus productos. Tenemos compañías proveedores de inteligencia artificial, que son las que comercializan la inteligencia artificial, es el interfaz entre el humano y la máquina. Tenemos facilitadores de inteligencia artificial, que es el hardware; y luego tenemos también las infraestructuras, que es la nube, que es donde están los datos, la ciberseguridad. Por lo tanto, en Europa hay muchas y muy buenas compañías, pero en cuanto a los sectores es a lo largo de toda la economía.

En EE.UU., ¿qué oportunidades veis en el sector aeroespacial, especialmente considerando el creciente interés en la exploración espacial y la innovación tecnológica?

Es cierto que en Estados Unidos hay muchas compañías relacionadas con lo que es el mercado de la economía espacial. De hecho, en nuestro fondo de Echiquier Space, el 80% de las compañías que tenemos en cartera son compañías americanas y principalmente en tres sectores: industria, tecnología y telecomunicaciones. Pero con la llegada de la economía espacial, con la llegada del new space o el espacio 2.0, hemos visto cómo ha ido pasando del sector público al sector privado, donde cada vez hay más y nuevos actores empresariales y con unas perspectivas cada vez más prometedoras. De hecho, muchas personas y muchos sectores de actividad se van a ver beneficiados por el desarrollo de estas tecnologías espaciales. De hecho, el mercado de la economía espacial lo que busca es mejorar el planeta tierra, es uno de sus dos objetivos.

El primero es tener una vida multiplanetaria y el segundo es mejorar la vida en la tierra desde el espacio. Ahí podemos ver cómo nos va a permitir vigilar mucho mejor el cambio climático, nos va a permitir comunicar poblaciones que hoy en día no tienen acceso a internet ni a la comunicación digital, nos va a permitir analizar y mejorar el desarrollo agrícola debido a que tienes imágenes y datos por satélite. Por lo tanto, es un mercado donde cada vez hay más actores y hoy en día el universo que nosotros barajamos son casi 200 compañías. Por lo tanto, vemos que hay muchas oportunidades, es cierto que hay muchas en Estados Unidos, pero cada vez va a haber más fuera de Estados Unidos.

¿Cuáles son las perspectivas que manejáis para los mercados para final de año?

Al final lo resumiríamos en que estamos en un proceso de desinflación. La inflación está cayendo de manera sostenida y por lo tanto eso va a hacer que los bancos centrales adopten políticas monetarias más relajadas, más laxas, evidentemente en mayor o menor medida en función de cómo va la economía de cada una de las regiones. Segundo punto, diríamos que la economía o el ciclo económico ha vuelto a su cauce normal. Evidentemente sigue habiendo algunos países mucho más frágiles como puede ser el caso de Europa, pero estamos ya en una senda de crecimiento mucho más normalizada.

Estados Unidos, la economía americana, vemos que está resistiendo, pero hay que prestar atención principalmente al mercado laboral, al desempleo y al consumo. Vemos que en renta variable hay compañías con valoraciones muy elevadas debido a esa alta concentración que ha habido en algunas compañías concretamente, sobre todo en Estados Unidos, y por lo tanto hay que ser prudentes. Lo que sí que es cierto, es que vemos que hay mucha liquidez preparada para aprovechar cualquier oportunidad.

Y en los mercados de renta fija seguimos viendo que el binomio rentabilidad/riesgo que ofrece el crédito corporativo, es muy interesante, incluso aunque hayan caído algo las primas de riesgo. Por lo tanto, vemos un panorama mucho más tranquilo, todo va a depender, indudablemente, de si esas bajadas de tipos son suaves y por lo tanto vamos a un soft landing o un aterrizaje suave, o si por lo contrario son bruscas y en un periodo de tiempo muy corto y nos llevan a un hard landing que sería un aterrizaje más forzoso, y por lo tanto tendría implicaciones para la economía y para los mercados financieros en particular.

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