Toni Fontenla se arrepiente de haber pasado las últimas dos décadas subido a un camión: "No he tenido vida". Los horarios le impidieron ver crecer a su hijo: "Llegaba muy tarde y me iba muy pronto, él siempre estaba dormido". Ahora, a sus 54 años, sigue recorriendo las carreteras de Cataluña a bordo de un tráiler. Cuando puede, dedica los sábados y domingos a hacer de fotógrafo para bodas. Su popularidad en estas últimas semanas, sin embargo, se la debe a los vídeos de YouTube en los que explica los problemas de un sector, el del transporte, en plena crisis.
Toni vive en Cornellà de Llobregat (Barcelona) junto a su mujer y su hijo de 18 años. Para este conductor, un día "normal" consiste en subirse al camión a las 6:30 horas y no bajarse hasta las 20 horas. Ahora mismo está satisfecho con su situación laboral en una pequeña empresa de transportistas de Torrellas de Llobregat. Trabaja de lunes a viernes y cobra unos 2.100 euros netos al mes, "pagas y dietas incluidas".
El camionero catalán atiende por teléfono a Vozpópuli el martes 14, mientras conduce un camión portacontenedores Renault Premium de 17 metros. Le espera una jornada larga por delante, en la que transportará contenedores a la base de Transportes Portuarios de Hospitalet, al Puerto de Barcelona y a otro municipio en Tarragona. No se bajará del camión hasta las 21:30 horas.
En 2012, Toni se abrió un canal de YouTube por "diversión" y como "válvula de escape". Empezó enseñando sus trabajos como fotógrafo de bodas, luego se animó con tutoriales sobre fotografía y después con análisis de relojes que compraba "a buen precio". Las cifras de este pequeño canal se han disparado con los últimos vídeos de Toni sobre su experiencia como camionero. En pocas semanas, ha pasado de algo más de 1.000 suscriptores a 7.530.
El vídeo más visto del canal acumula 374.000 visualizaciones. En él da su punto de vista sobre la crisis de escasez de conductores que sufre el sector. Nada que ver con las 16.300 visualizaciones de su videoanálisis con más éxito sobre relojes. "Ya hay tres empresas [del sector del transporte] que han contactado conmigo preguntándome cuánto dinero quería por insertar anuncios suyos en mis vídeos… Ni he contestado", cuenta.
De la oficina al camión
"Estamos mal pagados para la burrada de horas que hacemos", resume el transportista. El salario, explica, fue la razón por la que entró en la profesión. Ahora cobra entre "200 y 300 euros menos" que hace 15 años. "Ganaba más y tenía menos carga de trabajo… Ahora no puedes parar a comer; yo me he comido muchas veces el táper de garbanzos al volante. Realmente, nos tienen esclavizados", critica.
Toni trabaja de lunes a viernes por unos 2.100 euros, pagas y dietas incluidas. "Hace 15 años ganaba más que ahora y tenía menos carga de trabajo", lamenta
Antes de ser camionero, este vecino de Cornellà tenía un "trabajo de oficina". Fue su cuñado, también transportista, con quien dio sus primeros pasos en el sector. Toni superó los exámenes, se sacó los permisos y echó a rodar en 1999. Desde entonces, recuerda, ha pasado por varias empresas, casi siempre transportando mercancía dentro de Cataluña, aunque también por otros países de Europa. Cuando se quedó en paro durante la crisis financiera, intentó salir adelante con las fotografías de bodas, pero fue "inviable" y volvió al camión.
Pese a los sueldos que ha cobrado en el transporte, Toni se arrepiente de su vida como camionero: "Uno ya sabe a lo que se mete, pero hace 15 años ganaba más que ahora y tenía menos carga de trabajo".
¿Qué lastra al sector?
Toni ha utilizado su pequeño canal de YouTube para dar su visión sobre la crisis que sufre el sector desde hace años. En España, el transporte arrastra dos grandes problemas estructurales. El primero, que se trata de un sector atomizado, compuesto por pymes con flotas de entre 3 y 4 camiones. Muchas de las grandes empresas logísticas no tienen flotas propias de camiones y tienen que contratar vehículos externos.
La escasez de conductores a nivel mundial es el segundo gran contratiempo del sector. Sólo en nuestro país las patronales calculan que faltan entre 5.000 y 10.000 camioneros para cubrir la demanda. Otra losa que pesa sobre el sector es su poca capacidad para atraer jóvenes a la profesión.
Acuerdo antes de Navidad
El hartazgo del sector desembocó en noviembre en un pulso entre las patronales y el Ministerio de Transportes. Amenazaron con una huelga patronal para el 20, 21 y 22 de diciembre, en vísperas de Navidad. Pero el viernes llegaron a un acuerdo y desconvocaron el paro. El pacto trata de solucionar algunos de los muchos problemas que lastran al sector desde hace años
Con el acuerdo alcanzado, las patronales del transporte podrán repercutir el precio del combustible en el coste del servicio. Se prohibirá, además, que los camioneros carguen y descarguen la mercancía de sus vehículos. El Ministerio también se ha comprometido a estudiar la reducción de los tiempos de espera y el pago de peajes por el uso de las autovías.
Para Toni, buena parte de la culpa de la crisis del sector la tienen las grandes operadoras logísticas. Estas, explica, pagan bajos precios a las pequeñas pymes de empresarios autónomos que tienen poco margen para ofrecer salarios más altos a sus plantillas de camioneros.
El transportista catalán nunca ha apoyado la huelga de las patronales y que le utilicen como "arma de presión" para los intereses de los empresarios: "No hablan del artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores, que dice que la jornada de un trabajador no puede exceder de 12 horas [seguidas al día]. ¿Por qué somos el único sector puede trabajar 15 horas?".
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