Revolución en el campo. Los agricultores y ganaderos de Europa se han unido para protestar contra las exigentes medidas impuestas por la UE, que suponen una "competencia desleal" frente a productos del extranjero que no tienen que asumirlas. El sector primario quiere hacer ver a Bruselas que la situación del campo europeo es crítica y que la seguridad alimentaria del continente está en riesgo.
Las carreteras de más de un país de la UE se han visto bloqueadas por las tractoradas organizadas por diferentes asociaciones agricultoras. Una rebelión que comenzó con Francia y Alemania invadiendo con sus tractores París y Berlín y que otros países europeos, como Bélgica, Italia, Polonia, Rumanía, Grecia y Portugal, han decidido tomar como ejemplo.
Se ha dibujado una línea de desconfianza entre los agroganaderos europeos y la ejecutiva de la UE. La Política Agraria Común (PAC) se encuentra en el ojo del huracán y la "excesiva burocracia", la falta de medidas financieras y subvenciones que ayuden a compensar la inflación, las varias excepciones que recoge y la obligación de usar fertilizantes y pesticidas son algunas de las causas que hacen a los tractores salir a las calles para protestar.
La agricultora europea se siente "asfixiada" con tantas medidas, según ha dicho ASAJA, uno de los principales sindicatos agrarios españoles. "La prioridad es la paralización legislativa ante este 'tsunami' de leyes europeas, porque no podemos más, estamos asfixiados", ha expresado el sindicato en nombre de los agricultores españoles.
Revisión de las medidas medioambientales de la UE y el acuerdo con Mercosur: las demandas del campo europeo
El campo de Europa pide que se revisen las medidas impuestas en aplicación de la Agenda 2030 por la Comisión Europea, liderada por Úrsula von der Leyen. La guerra en Ucrania ha empobrecido al sector y provocado una subida de precios, que con el retraso y la eliminación gradual de subsidios y exenciones ha colocado a los agricultores en una situación insostenible.
Entre algunas de las medidas que recoge la PAC y el sector primario busca cambiar están la obligación del uso de fertilizantes -quieren una reducción de al menos un 20%- o la dedicación tierra cultivable a "actividades no productivas" -para la que piden mínimo un 4%-. La Ley de Restauración de la Naturaleza también entra dentro de las reclamaciones de los agricultores.
Una propuesta impulsada en el Parlamento Europeo por los socialdemócratas, verdes, izquierda y liberales que pretendía revertir la pérdida de la biodiversidad europea, recuperando para 2030 un 20 % de los ecosistemas terrestres y marinos dañados. Muchos critican el "fanatismo climático" detrás de esta normativa. Una iniciativa bastante luchada en el Parlamento, pero, finalmente, el pasado mes de noviembre el Consejo de la UE y la Eurocámara llegaron a un acuerdo.
Pese a ser una ley con buenas intenciones, las asociaciones agroganaderas, apoyadas por formaciones conservadoras, señalan que podrían poner en peligro la seguridad alimentaria del continente. Asimismo, diferentes ONGs ecológicas españolas -Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF- han querido dejar clara su insatisfacción ante "las numerosas excepciones incluidas" y "la excesiva flexibilidad" en cuanto a obligaciones concretas de los Estados miembros.
Las importaciones de países fuera de Europa también suponen un punto de inflexión en la protesta agraria. Los productos procedentes de África o América Latina -el acuerdo con Mercosur- no están sometidos a las mismas regulaciones de calidad que los europeos, por lo que sus precios son más bajos y, consecuentemente, más competitivos. Por ejemplo, un tomate marroquí es mucho más barato que uno español, aunque estén cultivados con menos garantías medioambientales. Y lo mismo ocurre con los limones surafricanos o las naranjas israelíes, entre otros.
Von der Leyen se ha reunido ya con Sindicatos Europeos Agrarios y ha asegurado que los agricultores pueden contar con el apoyo de la UE y ha prometido que trabajará "con la presidencia belga del Consejo de la UE en una propuesta para reducir la carga administrativa".
La líder de la Comisión Europea ha valorado y elogiado el trabajo del campo en Europa. "Creo que es justo decir que nuestros agricultores han demostrado una notable resistencia frente a las recientes crisis, pero aún quedan muchos retos. Por ejemplo, la tensión sobre los precios, los precios agroalimentarios, o un mercado mundial muy competitivo, que genera incertidumbre, y por supuesto la necesidad de seguir siendo competitivos al tiempo que se trabaja con normas estrictas y la protección del medioambiente, una tarea muy compleja", ha dicho von der Leyen en la rueda de prensa el pasado jueves 1 de febrero.
El sector agrario francés ya ha visto su primera victoria tras semanas de protestas. Desde París han anunciado el plan de reducir un 50% el uso de pesticidas de aquí al 2030, lo cual ha levantado la crítica de los ecologistas, quienes han etiquetado la medida de "una grave regresión medioambiental".
Con las elecciones al Parlamento Europeo de cara al próximo mes de junio, parece que las propuestas y estrategias medioambientales de los candidatos jugarán un papel clave.
Jacobo Iglesias
El problema del sector agrario no es la Agenda 2030 que es una hoja de ruta promovida por la ONU, y que está lleno de buenas intenciones. El problema fundamentalmente radica en dos factores: 1. La Comisión Europea estableció que los Estados miembros regulasen una relación justa entre los agricultores y la industria de distribución. En España se aprobó en el año 2021 la Ley de la Cadena Alimentaria que nunca, al igual que en los demás países se ha aplicado, y por tanto, la distribución sigue comprando productos agrarios por debajo del coste de producción, es decir, a veces se les vende a pérdidas. Regularizar estos precios para que los agricultores tengan un beneficio razonable conlleva un alza de los precios y un alza de la inflación. Aunque esta medida sería lo más justo. 2. El segundo problema y tan importante como el anterior es que en la UE entran muchos productos agrarios procedentes de terceros países que compiten con los nuestros, ya que sus costes de producción son mucho menores (ejes. mano de obra barata y fitosanitarios agresivos). La UE tiene en esos países intereses económicos de otra índole, pero para no dañar nuestra agricultura pienso que se debería reducir la cantidad de productos que llegan de fuera y que las condiciones, al menos de trazabilidad deberían ser las mismas que se exigen en Europa. La PAC (subvenciones agrícolas de la UE) sería algo intrascendente si al agricultor o ganadero se le garantizase un precio justo y se regulase la masiva entrada de productos de otros países.
Caballeria
Que sigan haciéndole caso a los ecologistas, esos nos meten otra vez en la cuevas y prohíben hace fuego, gente que no piso un campo en su vida, diciéndole a los que viven de ello como tienen que hacer las cosas, asi pasa lo que pasa, en Asturias los lobos ya andan por los pueblos, comiéndose los animales y hasta los perritos de compañía, pero que nadie los moleste, no es que no se les pueda cazar, no, no la ley dice que no se les puede molestar, ni cuando están matando las ovejas delante del pastor,porque la multa puede ser millonaria,esto es una locura, y la gente callada dejandolos hacer, en vez de ir a por ellos, como los lobos con las ovejas......
ciudadanolibre
Como que :Una propuesta impulsada en el Parlamento Europeo por los socialdemócratas, verdes, izquierda y liberales? Impulsada por el PP Europeo, los Socialistas y todos los verdes y demás, no por los liberales donde esta VOX. No confundan más , el PP está en la agenda 2030 , vean las declaraciones de Margallo y otros notables del PP
Reliable1
“Compassion is the basis of morality.” ― Arthur Schopenhauer
Fernandoo
Las primeras tractoradas fueron hace ya un año en Holanda que el asunto hace ya tiempo que está mal.
marqueslinchado
Spexit