La quiebra del grupo de viajes más antiguo del mundo, Thomas Cook, anunciada el pasado 23 de septiembre, está teniendo un fuerte impacto en la llegada de turistas a Canarias. En octubre, el primer mes tras la caída del gigante, el tráfico aéreo de pasajeros en el archipiélago canario disminuyó un 6% respecto al mismo mes del año anterior, lo que se traduce en 230.881 viajeros menos, según las estadísticas de Aena.
Los aeropuertos más damnificados han sido los de Gran Canaria y Fuerteventura, con pérdidas en el tráfico de 8,49% y 8,63% respectivamente, y una caída total de casi 150.000 pasajeros. Ambas islas son claves por los enormes flujos de turistas extranjeros -sobre todo británicos y alemanes- que manejan, especialmente en este mes, cuando comienza la temporada alta de invierno en Canarias.
Octubre es un mes en el que tradicionalmente el número de pasajeros en Canarias crece, lo que agrava aún más este dato. La comunidad no había sufrido una caída en este mes desde el año 2012, cuando el país estaba sumido aún en una fuerte crisis económica.
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En los aeródromos de Tenerife Sur y Lanzarote, este año el tráfico de pasajeros se redujo en torno a un 5,5%, con 56.307 pasajeros menos en el primer destino y 35.325 en el segundo; mientras que en Tenerife Norte, El Hierro y La Gomera se produjo un ligero aumento al no ser tan dependientes de este turismo internacional.
Baleares también sufre
En cuanto a Baleares, es la segunda comunidad autónoma más golpeada por la salida del turoperador, con 78.873 pasajeros menos (-2%) en los aeropuertos de Mallorca, Menorca e Ibiza sólo en el mes de octubre. Mientras Palma perdió 63.739 pasajeros respecto al mismo mes de 2018, un 2,13%; en Menorca la caída se redujo a 8.108 pasajeros (-3,23%) y a 7.026 en Ibiza (-0,98%).
Ya en septiembre se perdió un total de 131.129 pasajeros en las islas españolas, una cifra que casi se ha multiplicado por tres un mes más tarde. Y las previsiones para el corto plazo no son alentadoras, pues las aerolíneas no han sido capaces de cubrir por completo el vacío que la multinacional ha dejado.
Según cálculos del Gobierno, 700.000 viajeros extranjeros ya habían comprado sus billetes para viajar a las islas entre octubre y marzo. "Hay afectados 300.000 viajes en Baleares y 400.000 en Canarias", señaló la ministra de Industria, Comercio y Turismo Reyes Maroto en una rueda de prensa. Por su parte, la Asociación de Líneas Aéreas aumenta la cifra de plazas perdidas en Canarias hasta las 650.000: "No es fácil reaccionar, ya está todo programado y vendido a corto plazo", lamentaba su presidente, Javier Gándara.
El Gobierno calcula que 1.000 empresas se han visto afectadas en España por la quiebra de Thomas Cook, de las que 600 son hoteleras y la mayoría se sitúa en Baleares y Canarias. El grupo, que lideraba el sector turístico en Europa junto a TUI con la venta de paquetes turísticos, puso fin a su historia el pasado 23 de septiembre tras 178 años de vida. Estaba presente en más de 15 países con 22.000 trabajadores, casi 600 sucursales, alrededor de 200 hoteles y un centenar de aviones propios.
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