Economía

Caos en la DGT: más de 130.000 alumnos siguen pendiente de examinarse

Los tres meses de cierre casi total ha llevado a generar un caos en los exámenes de conducción, con más de 130.000 alumnos pendientes de hacerlo a los que se añaden los nuevos alumnos

Los efectos de la pandemia están generando la tormenta perfecta en las autoescuelas y en la propia DGT, con casi tres meses de parón de actividad que están generando muchos problemas para miles de alumnos que estaban preparándose para la obtención del carné de conducir. Y es que se contabilizan más de 130.000 alumnos esperando a examinarse, lo que conllevaría casi cuatro meses para que la totalidad de ellos puedan hacer las pruebas, sin contar con los nuevos alumnos que están empezando a prepararse para sacarse el carné en estas fechas de verano, tradicionalmente una de las épocas del año con mayor demanda.

Formaster, la Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Seguridad Vial, reclama un aumento de examinadores y que se revise el sistema de asignación del número de alumnos que permite presentar a las pruebas prácticas a cada autoescuela, para que no se produzcan agravios entre centros. Y es que la casi totalidad de los centros de formación vial han empezado a abrir y dar servicio a los alumnos que estaban en proceso de sacarse el carné de conducir antes de la proclamación del estado de alarma.

Casi tres meses de inactividad de las autoescuelas que ahora conlleva un problema añadido ante la nueva normalidad,  pues además de examinar a los más de 130.000 alumnos que se quedaron a la espera de presentarse a los exámenes tanto del teórico como del práctico, se une los nuevos alumnos que aprovechan los meses estivales para sacarse el carné y que están produciendo un colapso en los Centros de Exámenes de muchas provincias.

Las autoescuelas están preocupadas porque las Jefaturas de Tráfico y Centros de Exámenes de la DGT no puedan absorber este gran número de alumnos que están pendientes de examinarse, principalmente de las pruebas prácticas. Un problema que ya se está viendo en muchas zonas tras recuperar la nueva normalidad. Los cálculos de la asociación de formadores señalan que, si diariamente se examinan en España alrededor de 1.200 alumnos de las pruebas prácticas, para poder volver a la normalidad y que todos ellos puedan presentarse a sus respectivas pruebas, incluidos los 130.000 que se han acumulado durante el estado de alarma, se necesitarían alrededor de tres meses y medio. Siempre teniendo en cuenta que se acerca el periodo estival, una época del año en la que aumenta considerablemente el número de matrículas para sacarse el carné de conducir.

Déficit de examinadores

Debido a las medidas sanitarias y de seguridad que deben mantenerse en la actualidad, los Centros de Exámenes no han tenido más remedio que disminuir el número de alumnos presentados en más de un 60%. Antes de la crisis sanitaria de la covid-19 se presentaban unos 150 alumnos y, actualmente, no pueden hacerlo más de 60. Esta situación agrava aún más si cabe la lista de espera de los alumnos que quieren realizar las pruebas prácticas del carné de conducir. Todo ello acentuado por los problemas que genera el sistema sistema CAPA (Capacidad de las Pruebas de Aptitud) que determina la capacidad de cada una de las Jefaturas de Tráfico para hacer exámenes, es decir, regula el acceso de los alumnos a las pruebas prácticas.

Esta capacidad de exámenes de cada centro provincial viene marcada por el número de examinadores efectivos con los que cuenta la Dirección General de Tráfico en cada provincia. Y es la Jefatura de Tráfico la que determina el turno de cada autoescuela para presentar a sus alumnos en ciclos de hasta 15 días de lunes a viernes, es decir, casi tres semanas, problema que se ve incrementado cuando el Centro de Exámenes hace pruebas a aspirantes a conductores profesionales de vehículos pesados, aumentando el tiempo de examen y produciendo desequilibrios comparativos entre las propias autoescuelas que redundan en el perjuicio de los ciudadanos.

Y es que la falta de examinadores en los Centros de Exámenes de la DGT es un problema que lleva latente desde hace años y en la mayoría de los Centros de Exámenes escasean. En muchas Jefaturas de Tráfico no se han cubierto bajas ni jubilaciones de personal administrativo y se ha recurrido a los examinadores, lo que ha supuesto tapar un agujero produciendo otro que perjudica seriamente a las autoescuelas.

Además, este sistema asigna a cada autoescuela el número de aspirantes que puede presentar a la prueba de circulación en función de la cantidad de aprobados del examen teórico. Un sistema que produce discriminaciones y agravios entre autoescuelas y que perjudica a los alumnos que deben retrasar su presentación a dicha prueba hasta que el sistema asigne una plaza a su autoescuela. Un sistema que solo podría funcionar bien con el número suficiente de examinadores en todos los Centros de Exámenes de todas las provincias para que se realicen repartos equitativos de horas y días para cada centro de formación vial.

Las listas de espera de alumnos por examinarse también están ahogando económicamente a las escuelas particulares de conductores. A las grandes pérdidas que ha supuesto la parada por el estado de alarma ahora se suma un cuello de botella en las pruebas que puede agravar a las pequeñas empresas de formación vial que no podrán subsistir al no poder sumar nuevos alumnos hasta que no se hayan examinado los que están en espera. La única solución posible sería, a juicio de Formaster, que la DGT pusiera las medidas oportunas para que haya el número de examinadores suficiente y acelerar el proceso de exámenes en los próximos meses.

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