Economía

Los ‘triples’ energéticos del 23-J: recuperar el carbón, las nucleares y crear un fondo como Noruega

Los programas de los cuatro principales partidos cuentan con algunas excentricidades que desde el sector se consideran de difícil cumplimiento por parte del sector

La energía ha sido uno de los temas fundamentales de la última legislatura. Por ello, los principales candidatos a las elecciones han hecho su particular esfuerzo para aportar soluciones a la crisis energética y propuestas para adaptarse a la transición energética. Aunque alguna de las propuestas se considera por los expertos “triples” que se han jugado para animar a su electorado de cara al 23 de julio. 

La vuelta al carbón es una opción que se deja caer en el programa de Vox. “Promoveremos todas las fuentes de energía que contribuyan a alcanzar la soberanía energética de España con una planificación ordenada y que responda al interés nacional, dejando a un lado intereses especulativos que amenazan la sostenibilidad social, económica y medioambiental de nuestra nación”, apunta la formación que lidera Santiago Abascal en su hoja de ruta. Una propuesta que ya intentó con una proposición no de ley en julio de 2022. 

No se cita de forma explícita el carbón. No obstante, las centrales térmicas con carbón están en el mix energético de España, pese a que ya solo generan un 1,1% de la electricidad total. El vicepresidente de Vox, José Ortega Smith, planteó en una reciente en una reciente rueda de prensa reabrir las centrales térmicas y minas de carbón, al estilo Alemania o Polonia.

Ya solo quedan tres centrales térmicas de carbón activas en la península: las asturianas Soto Ribera y Aboño, de la energética portuguesa EDP, y As Pontes en A Coruña, que su propietaria Endesa solicitó hace dos años su cierre. Y la vuelta al carbón parece más que complicada, sobre todo, por la parte empresarial. 

Tras el carbón... la nuclear 

El punto que más debate genera entre los principales partidos es la extensión de la vida útil de las centrales nucleares en España. Un debate que parecía cerrado después de que Pedro Sánchez y Teresa Ribera acordaran en 2019 con las empresas el establecimiento de un “plan de cierre ordenado” de los siete reactores nucleares antes de 2035, como quedó reflejado en el Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC). Pero, tras la crisis energética con la invasión de Ucrania, el debate ha vuelto con más fuerza como queda reflejado en los programas de los partidos. 

PSOE y Sumar lo rechazan. PP y Vox consideran que romper el acuerdo de 2019 es clave para la seguridad energética de España. El equipo de Feijóo apuesta por extender la vida útil de los siete reactores nucleares operativos en España si les da “el visto bueno el Consejo de Seguridad Nuclear”. El de Abascal es más contundente. “Fomentaremos la inversión y actualización del parque de generación nuclear y promoveremos la extensión de la vida útil de las centrales nucleares existentes”.

En el corazón de la central nuclear de Ascó: un motor económico con fecha de caducidad
Central Nuclear de AscóEP

El debate a cuatro que ha celebrado este miércoles el Periódico de la Energía ha reflejado, claramente, que hay dos bandos en este tema. Marc Pons, como representante del PSOE, preguntaba a los otros tres partidos “¿Quién paga esto? El sector ya ha manifestado que, si hay que pagar el sobrecoste, no quieren más nucleares. Y por eso el acuerdo del 2019”. “Es un planteamiento erróneo el acuerdo de 2019 porque supone un sobrecoste y un aumento de las emisiones”, contestaba el representante del PP, Guillermo Mariscal.    
Un debate que también ha enfrentado a Sumar y Vox en este encuentro. “Vamos a mantener los acuerdos de cierre de las nucleares que están firmados. No es una cuestión de ideología, es una cuestión de coste”, comentaba Fernando Ferrando (Sumar). “La energía nuclear es estrictamente necesaria en un escenario de muchas renovables”, respondía Mireia Borrás (Vox). Es decir, la idea nuclear es un ‘triple’ según a quien se lo preguntes. 

Un fondo público de inversión 

Una de las medidas más comentadas del sector es el “fondo público de inversión” que propone Sumar. “Con el fin de contribuir a que el proceso de implantación de las energías renovables sea también un instrumento que permita vertebrar mejor el país y contribuir al reto demográfico de fijar población en la España vaciada, crearemos un fondo público de inversión en energías renovables, similar al fondo soberano noruego del petróleo”, explica en su programa el equipo de Yolanda Díaz. 

El objetivo de esa medida es financiar los procesos de desarrollo industrial en la España vaciada y en el mundo rural, así como mejorar la dotación de servicios públicos de estos territorios. Una medida que, según comentan desde el sector a este medio, poco tiene que ver con el formato noruego y que asemeja a la idea de los PERTE, que no tanto problemas administrativos están viviendo. 

“Electrodependientes” 

Otro concepto que ha llamado la atención es la aparición en el programa del PSOE de los “consumidores electrodependientes”. La idea del partido que lidera Pedro Sánchez de reforzar los bonos sociales térmico y eléctrico con la creación de este concepto levanta las dudas. Un asunto que se comenta sin abordar debates como el bono eléctrico vinculado a la volatilidad del mercado y las dificultades de la famosa “TUR”. 

Una propuesta que contrasta con la idea del PP de crear un Bono Social Único (BSU), como un pago directo al consumidor, que sustituirá y mejorará los actuales bonos eléctrico y térmico y será compatible con cualquier tipo de contrato de electricidad y gas. Vox no hace mención a este concepto y Sumar apuesta por reformar el bono social eléctrico y térmico para que la solicitud y la renovación sean automáticas.

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