El controvertido tema del examen de conducir ha dado desde siempre mucho que hablar por la obligatoriedad de presentarse a través de autoescuelas que imponen por lo general un elevado número de clases, sobre todo, prácticas. La aparición de las llamadas "autoescuelas digitales" no ha hecho sino reabrir el debate. Es una nueva forma de obtener el carné de conducir que ofrece mayores facilidades en lo que a papeleo se refiere y unos costes más ajustados.
Pero debido a ello, y como se denuncia desde la plataforma PAD que agrupa a estas nuevas autoescuelas, las autoescuelas tradicionales tratan de frenar su implantación, llegando la propia DGT a plantear un Real Decreto para obligar por ley a quienes quieran optar al carné de conducir a tener que realizar de forma presencial ocho horas de clases de concienciación previas al examen teórico, algo que dejaría fuera de juego a las autoescuelas digitales... y que supondría según la PAD unos 400 euros de coste para el usuario.
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De momento, y tras la denuncia de la PAD, la CNMC discrepa de la propuesta de la DGT y ha publicado un informe sobre la modificación del Reglamento General de Conductores a petición del Ministerio de Interior. En el texto se acepta el objetivo de sensibilización de los cursos, pero se afirma que "favorece a las autoescuelas tradicionales frente a otros modelos de negocio sin que exista justificación para ello", y cita a los formadores online como posibles damnificados.
Así, a día de hoy sigue sin ser obligatorio realizar esos cursos de forma presencial, pero desde la PAD creen que las autoescueltas tradicionales y la DGT mantienen la intención de instaurar por ley esas clases que dejarían fuera de juego a las autoescuelas digitales. De hecho, la Dirección General de Tráfico está valorando el informe que publicó la CNMC para decidir si mantiene su propuesta de decreto ley o hace modificaciones en la misma.
Todo ello en medio de una grave crisis en lo que al número de usuarios que optan cada año al carné de conducir se refiere, una cifra que ha pasado en diez años de 800.000 a 400.000 potenciales nuevos conductores motivado por el cambio que está viviendo el papel del coche entre los jóvenes que cada vez se decantan más por el coche compartido en sus muchas variantes, pero también por un elevado paro juvenil que les impide acceder al coche particular y afrontar los altos costes del carné de conducir.
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Tres años de recorrido
El portavoz de la Plataforma de Autoescuelas Digitales (PAD), Miguel González Gallarza, señala que este nuevo concepto de autoescuela nace en 2016, poco más de tres años de recorrido en el que han encontrado mucha oposición por parte de las tradicionales. Menos trámites y más sencillos y un ahorro en los costes en torno al un 30% respecto a las tradicionales son sus grandes argumentos, un proceso que evita muchos desplazamientos sobre todo en lo que a las clases teóricas se refiere y que acerca el examen a muchos usuarios que en el día a día tendrían problemas de desplazamiento, sobre todo aquellos que viven alejados de las grandes urbes.
Desde el primer momento, el alumno accede online a los test para prepararse el examen e incluso puede solicitar fecha para el mismo, todo ello sin salir de casa. A través de la web correspondiente a algunas de las autoescuelas digitales que ya funcionan, puede tener contacto con un profesor para solucionar cualquier duda que le pudiera surgir en la preparación del examen teórico.
Pero además del teórico, a la hora de preparase el práctico también ofrecen a los usuarios ventajas respecto a las tradicionales, además de un menor coste. Sin oficinas físicas, el alumno concierta vía online con el profesor adscrito a la autoescuela digital las fechas y duración de las clases, y es recogido en su domicilio para realizar esas prácticas. Lógicamente, esos menores costes de operación por parte de estas autoescuelas permiten ofrecer un precio más ajustado en montante global.
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