La Conselleria de Hacienda de la Generalitat de Cataluña tiene encima de la mesa rebajar el Impuesto de Patrimonio con el objetivo de parar la salida de contribuyentes de la comunidad. Desde la llegada de Junts y de Jaume Giró a la cartera, la gestión se ha acercado a las preocupaciones de las empresas y del mundo económico y Giró se ha manifestado favorable a reducir Patrimonio y Sucesiones, un deseo que no ha concretado y que se enfrenta a la oposición de sus socios de ERC.
Según ha podido saber Vozpópuli, por una parte se contempla la subida del mínimo exento, ahora mismo uno de los más bajos, en 500.000 euros, a 700.000 euros, el tope estatal. Se declara Patrimonio si la base imponible es superior a 700.000 euros excluyendo 300.000 euros de vivienda habitual, según establece la ley estatal, pero las comunidades autónomas pueden operar y subir o bajar estos importes.
Cabe recordar que el comité de expertos que designó el Ministerio de Hacienda para que le asesorara en la reforma fiscal, en su Libro Blanco presentado el 3 de marzo -en el que piden armonizar al alza Patrimonio y Sucesiones-, recomienda elevar el mínimo exento de Patrimonio incluso hasta 1 millón de euros, con el fin de gravar sólo a grandes patrimonios y evitar cambios de residencia.
A esta propuesta se suma la de sólo gravar a los patrimonios no productivos o remansados, es decir, eximir del impuesto a los productivos, medida enfocada a la empresa y la empresa familiar, lo que se acompañaría de exenciones en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados en el concepto operaciones societarias y de campañas de inspección y de la supresión del Impuesto sobre los activos no productivos de las personas jurídicas.
Se trata de un proyecto que la secretaria de Hacienda de la Generalitat, Marta Espasa, tiene encima de la mesa, que pretende reordenar la tributación patrimonial, que en teoría ya exime a los activos productivos y grava los no productivos, pero que en realidad produce distorsiones y elusión de sociedades y remansamiento de rentas en estructuras societarias.
Se trata de gravar los activos no destinados a una actividad económica desincentivando la creación de sociedades patrimoniales y el apalancamiento o remansamiento de beneficios, gravamen que incluiría el de aquellos activos afectos a la actividad de arrendamiento de inmuebles por parte de sociedades que cumplan determinados requisitos que desincentive la utilización de los beneficios fiscales de la empresa familiar con fines de elusión. Es decir, cuya gestión es más bien la propia de un patrimonio no afecto a una actividad económica.
El Impuesto de Patrimonio recauda en Cataluña más de 600 millones de euros, casi la mitad del total, y cuenta con 82.465 contribuyentes (datos de 2020). Los tipos y la configuración del impuesto son de los más altos, sólo por detrás de Aragón, Extremadura y Comunidad Valenciana para un patrimonio de 800.000 euros sin contar los 300.000 euros exentos de la vivienda habitual, según cálculos del Consejo General de Economistas Asesores Fiscales (Reaf).
La batalla de los impuestos
"Puedo garantizar que si en Cataluña podemos suprimir algún día el Impuesto de Patrimonio no haremos bandera para invitar a andaluces o traer empresas aquí", ha declarado Giró este miércoles, en una semana marcada por el anuncio de Andalucía de que suprime Patrimonio y deflacta el IRPF el lunes, como la Comunidad de Madrid, y en el día en que Murcia se sumó y avanzó que también deflacta la tarifa de Renta y estudia eliminar Patrimonio. Este viernes, el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ha anunciado una rebaja del 25% al 50% de su bonificación del Impuesto de Patrimonio.
Un estudio de los profesores de IEB-UB David R. Agrawal, Dirk Foremny y Clara Martínez-Toledano cuantificó que la bonificación de Patrimonio al 100% llevó a 6.000 grandes contribuyentes a trasladarse a la Comunidad de Madrid entre 2010 y 2015.
El mismo miércoles en que pronunció Giró, el Gobierno de Pedro Sánchez abrió la puerta a un impuesto a grandes fortunas que confirmó el jueves.
Está por ver el impacto de la batalla de los impuestos en los planes de la Generalitat y de las negociaciones en el seno del Govern. ERC rechaza las bajadas de impuestos y alude a que no están en el programa de la coalición y no se incluirán en Presupuestos, rebajas que pueden no producirse estrictamente en Presupuestos. Sus socios prioritarios, Els Comuns, tampoco son partidarios de bajadas de impuestos.
Respecto a Sucesiones y Donaciones, que Giró se ha mostrado también dispuesto a rebajar, fue objeto de una importante subida en 2020. La Generalitat decidió blindar a sus funcionarios de posibles prevaricaciones por no actuar contra los encausados por organizar referéndum ilegales y, en plena pandemia, en mayo de 2020, aprobó una reforma de Sucesiones y Donaciones que supuso una importante subida y, a la vez, introdujo una bonificación del 99% de donaciones y actuaciones de cajas de solidaridad.
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