Es uno de los sectores con más peso en la economía de Cataluña, que vivió el año pasado sus peores datos desde 2013 en lo que a pérdidas de empleo se refiere, sobre todo en las empresas de componentes para el automóvil, marcado por el repunte de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), donde un total de 6.179 trabajadores perdieron su trabajo en despidos colectivos, cifra que casi multiplica por tres los afectados el año anterior.
Y la crisis sanitaria consecuencia de la covid-19 no ha hecho sino generar más preocupación en un sector que se encuentra en pleno proceso de reestructuración, y que va necesitar de apoyo gubernamental para no caer en una crisis preocupante. Así, la Generalitat catalana ha desarrollado un programa de apoyo a la industria del automóvil mediante el cual prevé invertir entre 2020 y 2025 un total de 263 millones de euros en el sector para salvar aproximadamente el 74% de los puestos de trabajo del sector en Cataluña como consecuencia de la transformación que está sufriendo el sector.
Así lo ha afirmado la consellera de Empresa y Conocimiento del Govern, Àngels Chacón, en su comparecencia en la comisión parlamentaria en la que ha presentado el plan, y en la que ha reclamado un apoyo "conjunto e inequívoco por parte de todos" a la transformación de la industria de la automoción. Este acompañamiento, ha dicho Chacón, es necesario si se considera a la industria de la automoción "como uno de los grandes motores de crecimiento del país".
El plan del Govern se articula en torno a cuatro ejes principales: innovación y nuevos modelos de negocio; Internacionalización e inversión; talento, empleo y responsabilidad social e infraestructuras, marco regulatorio y estímulo a la demanda. En total, el Govern tiene previsto invertir 263 millones en un periodo de cinco años, de los cuales casi 51 millones en este 2020. El eje que recibirá más fondos según los cálculos del Govern será el de la internacionalización y la inversión, con 134,7 millones en cinco años.
En este ámbito destacan un plan para atraer inversión extranjera de alto impacto en el sector de la movilidad y un programa de apoyo para proyectos de internacionalización, entre otras. Y es que ya el pasado mes de febrero, previo a la crisis de la pandemia, el Govern estimó que la irrupción del coche eléctrico impactará en 325 empresas del ámbito de la automoción de Cataluña, de las que 145, que emplean a unas 53.000 personas, se enfrentan a un riesgo muy alto o alto de desaparición. Este plan del Govern se centra en ayudar a reconvertir a más de 211 empresas (las 121 que el Govern sitúa en alto riesgo de desaparecer y las 90 de riesgo moderado) para consolidar el 74% de los puestos de trabajo del sector.
En materia de infraestructuras, el plan del Govern tiene previsto invertir un total de 27,6 millones en cinco años en medidas como el impulso a la instalación de infraestructuras de recarga eléctrica y la puesta en marcha de una mesa de trabajo y seguimiento sobre el hidrógeno y su papel en la industria de la movilidad.
Leve mejora de la producción
A nivel estatal, la reactivación de las fábricas españolas el pasado mes de mayo ha permitido una mejoría respecto a las cifras registradas durante abril, periodo durante el cual se mantuvieron prácticamente cerradas todas las fábricas en España. Sin embargo, la vuelta a la actividad ha sido muy progresiva, muy lejos de los volúmenes normales de producción en el conjunto del mes. De este modo, se ha registrado una caída del 68,4% en la producción de vehículos, con 92.900 unidades fabricadas, en comparación con el año pasado. En el acumulado del año, se registra así un descenso del 41,6% y 744.959 vehículos producidos.
La crisis de la covid-19 ha provocado que el sector se haya visto paralizado durante más de un mes y medio, tanto a nivel nacional como en los principales mercados europeos, afectando los ritmos de producción y exportación con los que se había arrancado el año. Las matriculaciones en Europa han sufrido una importante contracción en los meses de abril y mayo con caídas del 76% y del 52%, respectivamente. En el mes de mayo, de hecho, los mercados ya empezaron a dar señales de recuperación de la actividad, ya que se recuperó la actividad comercial antes que en España.
Especialmente importante es la evolución de países como Alemania y Francia, mercados a los que se destina gran parte de nuestra producción, que durante el último mes están recuperando cierto ritmo en sus ventas de vehículos, siempre con volúmenes inferiores al mismo mes del año pasado.
La reapertura de los mercados en las principales ventanas de exportación en Europa ha permitido que la retracción de la producción se haya visto mitigada por la progresiva evolución de la exportación. Durante el mes de mayo se enviaron fuera de las fronteras españolas 81.082 vehículos, que supone un 66% menos que el mismo del año pasado. En el conjunto del año, se exportaron 614.930 unidades, un 40% menos que en el mismo periodo del año anterior.
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