Comisiones Obreras (CCOO) ha pedido a Pedro Sánchez que el preacuerdo que alcanzaron el Gobierno y los sindicatos sobre la reforma laboral se materialice en un Real Decreto-ley, ya que cree que Pedro Sánchez podría sacarlo adelante con el apoyo de Unidos Podemos y PDeCAT porque a este último partido le costaría mucho "aguantar el tirón" de situarse junto a PP y Ciudadanos en una postura tan antisocial.
"Es discutible que el PDeCAT aguantase ese tirón de colocarse al lado del PP y Cs para no convalidar ese decreto. Sería complicado para su dirección aguantar ese tirón y situarse en una posición claramente antisocial", explica Unai Sordo, secretario general de CCOO, que lamenta que el Gobierno no sea "más audaz" e intente aprobar la reforma vía Real Decreto.
En su opinión, Sánchez abandonará esa 'contrarreforma' que había prometido inicialmente y de la que ha ido desvinculándose poco a poco (la propia ministra de Economía, Nadia Calviño, dijo la semana pasada que no se trataba de una 'contrarreforma') y finalmente se limitará a retocar el artículo 42 del Estatuto de los Trabajadores.
"Creemos que la actitud del Gobierno está siendo poco solvente", lamenta
Para ello, necesita llegar a un acuerdo parlamentario tanto con Unidos Podemos como con PDeCAT, una formación con la que está llevando a cabo una negociación paralela.
CCOO advierte de que los nacionalistas catalanes devaluarán el contenido del acuerdo en materias como la prevalencia del convenio sectorial, la ultraactividad o el control de horas, por lo que será "difícil" llegar a un acuerdo.
"Si esto no sale, el Gobierno tiene que plantear un Real Decreto-ley para aprobarlo en el Congreso", insiste CCOO.
Cronología del conflicto
El Ministerio de Trabajo se reunió con los agentes sociales para abordar la derogación de los aspectos más lesivos de la reforma laboral y, tras ese primer encuentro, los sindicatos anunciaron un principio de acuerdo. Esto provocó el enfado de la patronal y llevó al Gobierno a retractarse y decir que no había nada cerrado ni por escrito.
En opinión de Sordo, la CEOE fue "torpe" al no querer participar de la negociación, ya que perdió la oportunidad de que se alcanzara un acuerdo tripartito al creer que le compensaba más que la reforma laboral se gestara por la vía parlamentaria.
Los sindicatos habían conseguido lo que querían en el preacuerdo con el Ejecutivo y ahora no quieren perder el terreno ganado y aceptar un acuerdo parlamentario que es menos beneficioso. "No es que vayamos a fastidiar, es que hemos cerrado un acuerdo y lo que nos molesta es que el Gobierno no se responsabilice de ese acuerdo pactado".
Por su parte, UGT, que visitó ayer a Pedro Sánchez en La Moncloa, también se suma a la petición de CCOO de que el Ejecutivo mueva ficha. "Creemos que hay que pasar de las palabras a los hechos y avanzar en cambios", dicen fuentes del sindicato.
Ambas formaciones tienen pendiente reunirse y decidir si apoyan la reforma del artículo 42 como la quiere formular el Gobierno, que previsiblemente será peor de lo pactado, y comunicar conjuntamente cuál es su postura y si están dispuestos a seguir negociando.
"No quiere decir que no vayamos a dialogar, pero no tiene sentido seguir dando vueltas a la reforma laboral en los aspectos de ajuste fino cuando los temas dorsales (como la prevalencia del convenio sectorial) no salen adelante", apunta, al tiempo que avisa que al Gobierno del riesgo de hacer creer a la CEOE que tiene derecho a veto.
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