La factura de Telefónica por el alquiler de torres a Cellnex se incrementará en este año de forma considerable, ya que la compañía de torres de telecomunicaciones sumará la inflación a la misma, que se encuentra en máximos históricos. La tormenta perfecta de este aumento ha sido la subida de los carburantes, la electricidad y la situación de guerra en Ucrania, que desde febrero ha sido invadida por Rusia.

El aumento en la factura para el arrendatario no es algo nuevo. Los contratos de alquiler de torres se realizan a largo plazo pero contemplan siempre que se mueva al ritmo que lo hace el Índice de Precios al Consumo (IPC).

Este diario se ha puesto en contacto con Cellnex y Telefónica para ver en cuánto se incrementará la factura, pero ambas compañías han declinado hacer declaraciones al respecto. De momento, no es posible saber a cuánto ascenderá.

Así las cosas, el Consejo General de Economistas (CGE) ha lanzado como estimación que la tasa media anual del Índice de Precios al Consumo se sitúe en el 7,1% en 2022. Se trata una previsión que empeora en casi dos puntos su anterior pronóstico.

"Los contratos establecen siempre que los precios se adapten al IPC, pero hay cierta flexibilidad. Tanto Cellnex como los operadores mantienen el diálogo abierto para renegociar las facturas", explican fuentes conocedoras de cómo funciona este sector.

Cellnex sumará la inflación, sea cual sea, al precio del alquiler de las torres arrendadas a la compañía dirigida por José María Álvarez-Pallete. No es el caso, por ejemplo, de Deutsche Telekom, otra de las grandes compañías de telecomunicaciones del viejo continente

Cellnex, compañía dirigida por Tobías Martínez, ya alertó del incremento de la cuenta a las empresas a las que presta servicio en su último informe de resultados correspondiente al último trimestre de 2021.

El contrato de Telefónica y Cellnex

La torrera española explica en ese documento que para sus clientes existen diferentes valoraciones para establecer la subida de precios. En algunos casos esta subida tiene un 'tope' máximo y mínimo, en otras ocasiones hay un 'fixed escalator' que se incrementa con independencia del porcentaje de inflación, y en otros casos no hay límite alguno para la subida. Se repercute directamente la inflación en el coste de la factura al operador.

Este último caso es el de Telefónica. Cellnex sumará la inflación, sea cual sea, al precio del alquiler de las torres arrendadas a la compañía dirigida por José María Álvarez-Pallete. No es el caso, por ejemplo, de Deutsche Telekom, otra de las grandes compañías de telecomunicaciones del viejo continente.

La corporación alemana y Cellnex firmaron un acuerdo por el cual quedó establecido un 'techo' del 3,5% en el incremento de la factura y un 'suelo' del 0% -en este último caso no se aplicaría la inflación al precio del alquiler-. Se entiende que, en el caso de los contratos con restricciones para la repercusión del aumento del Índice de Precios al Consumo, el alquiler no tiene las mismas condiciones económicas que aquellos otros sin límite en la aplicación de la inflación -se presupone que estos últimos serán más baratos-.

Lo que es una realidad es que en el caso de Telefónica la subida será con toda seguridad mayor que la del año pasado. Con la inflación desbocada y unas previsiones nada halagüeñas, el coste del alquiler se incrementará sensiblemente. Será como mínimo del 7,1% si se cumplen las previsiones de los analistas en torno al IPC de 2022.