Economía

CEOE: El tema catalán añade tensión a la última etapa de Rosell en el cargo

La posición del presidente de la patronal, Juan Rosell, con respecto al tema catalán ha aumentado las diferencias que mantiene con alguna de las organizaciones territoriales más potentes, como Madrid. Su mandato terminará en 2018 y nombres como el de Antonio Garamendi suenan con fuerza para sucederle.

La crisis de Cataluña ha aumentado la brecha existente entre Juan Rosell y las organizaciones territoriales más críticas con su gestión. La posición que ha mantenido el presidente de la CEOE durante el proceso soberanista siempre ha generado recelos en la patronal, donde sus detractores le han acusado de ser demasiado “medroso” a la hora de denunciar los movimientos hacia la independencia realizados por la Generalitat. La distancia entre las partes aumentó, aún más, después de la última reunión de la Junta Directiva de la Confederación, lo que ha enrarecido el ambiente de cara al 1-0 y a la última etapa del mandato de Rosell, según relatan las fuentes internas consultadas por Vozpópuli.

Lo ocurrido en la última asamblea de directivos de la CEOE escenificó un hecho que era un secreto a voces en la organización: que el tema catalán hace que salten chispas en la patronal y que su máximo representante lo ha abordado tradicionalmente de una forma que no ha satisfecho a una parte de sus miembros.

De dicha reunión salió un escueto comunicado de tres puntos en el que la CEOE expresaba su rechazo a la consulta ilegal y apelaba a que este problema político se resolviera “con la mayor urgencia posible” para que no afecte a la “convivencia social” y a la “prosperidad económica”.

Su elaboración estuvo precedida por un intenso debate en el que se produjeron aproximadamente 20 turnos de palabra. Los intervinientes coincidieron en la necesidad de que esta situación se supere cuanto antes para no perjudicar la economía española, aunque la referencia del presidente de la patronal catalana (FOMENT), Joaquim Hay de Montellà, a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña; y las palabras que utilizó Rosell para defender el diálogo entre Moncloa y la Generalitat generaron "inquietud" entre los allí presentes, han destacado los mismos informantes.

El presidente acudió al acto con una propuesta de texto se leyó a los asistentes y que ocasionó un considerable malestar entre organizaciones como la andaluza y la madrileña, que lamentaron su falta de contundencia y presionaron para que el comunicado final incluyera una declaración de los empresarios en favor del “cumplimiento estricto de las leyes” y de la “Constitución española”.

Por esta razón, resultó significativo que el presidente del Círculo de Empresarios, Javier Vega de Seoane, definiera el texto aprobado de la CEOE como “sintético” y “relativamente correcto” después de la reunión. O que el líder de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) y vicepresidente de la patronal, Antonio Garamendi, incidiera en que los empresarios deben hablar “sin complejos de la unidad de España y del respeto a la ley”.

Posible candidato

El nombre de este último empresario suena en la CEOE con una especial fuerza para sustituir a Rosell, cuyo mandato termina a final de 2018 y no optará a la reelección. Garamendi -natural del País Vasco y cuya ascensión en la patronal comenzó en la época de José María Cuevas- perdió los comicios de 2014 por 13 votos y, aunque no ha oficializado su candidatura, en el seno de la CEOE se da por hecho que optará a la presidencia. “Eso sí, con toda seguridad no será el único candidato”, detallan fuentes internas.

Su postura con Cataluña, al igual que en su día con el problema vasco, ha sido firme, y ha estado en consonancia con la de ‘potentes’ organizaciones territoriales como la andaluza o la madrileña, desde donde se ha reclamado a Rosell una mayor contundencia a la hora de referirse al proceso soberanista.

Los partidarios del presidente afirman que su opinión al respecto es coherente, dado que siempre ha estado a favor de tender puentes entre Madrid y Barcelona; y de abrir vías de diálogo para evitar el conflicto. Principalmente, porque es la mejor forma de garantizar la prosperidad y que los empresarios sigan cumpliendo su principal cometido: generar riqueza.

"Hay muchas vías intermedias entre la independencia y la sumisión total", afirmó Rosell en una entrevista a la SER.

El problema es que sus detractores observan cierta “tibieza” en Rosell que les disgusta. La misma que –a su juicio- exhibió un día después de la citada reunión de la Junta Directiva en una entrevista en la Cadena SER, en la que llamó a hacer “los cambios necesarios desde la legalidad” para resolver un “problema” que se generó hace un siglo y que ha generado una “desafección muy importante” de los catalanes con la situación actual. “Hay muchas vías intermedias entre la independencia y la sumisión total", manifestó.

Desde las organizaciones críticas acusaron al presidente de "contradecir" la declaración oficial que realizó la CEOE sobre el problema catalán con sus declaraciones a este medio de comunicación. Sus defensores apuntan a que en la Cadena SER sólo dio su opinión personal e inciden en que nunca ha apoyado el ‘procés’, pero tampoco las confrontación entre Cataluña y el resto de España.

En cualquier caso, sus detractores ven difícil que se “recomponga” la relación entre algunas organizaciones y Rosell en esta última parte de su mandato, en el que hay asuntos importantes sobre la mesa, como la negociación del próximo acuerdo salarial marco.

En cualquier caso, hay quien afirma que detrás de las declaraciones que han realizado contra Rosell algunos de sus críticos durante los últimos días se encuentran sus aspiraciones para sucederle.

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