El bolsillo de los españoles se verá directamente afectado si la subida del precio del petróleo que se ha producido de forma inesperada tras los ataques en Arabia Saudí se consolida y se perpetua en el tiempo, ya que se trasladará a la inflación: el Índice de Precios de Consumo (IPC) subirá un punto porcentual más de lo esperado, pudiendo así alcanzar el 2,5% en 2020.
El 'oro negro' ha subido este lunes alrededor del 10% después de que este sábado diez drones presuntamente iraníes atacaran dos refinerías de la petrolera Aramco, en Arabia Saudí, obligando a esta compañía a anunciar una reducción a la mitad de su producción, lo que supone 5,7 millones de barriles menos cada día hasta nuevo aviso.
Esta caída de la oferta se ha traducido en una subida del precio que, en caso de mantenerse en el tiempo, podría provocar un incremento de la inflación en España de 0,9 puntos porcentuales más del que estaba previsto, según los cálculos del Banco de España.
Si el precio llega a los 75 dólares por barril, "la pérdida estimada de PIB en España sería de –0,2 puntos porcentuales en promedio en los tres años posteriores a la perturbación, magnitud algo mayor que la del resto de los importadores, y la inflación aumentaría también algo más en España (+0,9 puntos porcentuales en el primer año)", advierte el supervisor en un informe.
En su Programa de Estabilidad, el Gobierno estima que la inflación cerrará 2019 en el 1,6%, se acelerará hasta el 1,7% en 2020, un 1,8% en 2021 y un 1,7% en 2022, con lo que al sumar 9 décimas podría superar el 2,5% el próximo año.
Encarecimiento del transporte y los productos frescos
El supervisor señala que el precio del petróleo puede subir porque se reduce la oferta o bien porque aumenta la demanda, pero advierte de que la subida suele ser mayor si "deriva de una perturbación de oferta que si responde a un incremento de la demanda global de esta materia prima", tal y como ha ocurrido ahora, ya que debido al enfriamiento del comercio internacional la demanda de petróleo está cayendo.
Alicia Coronil, directora de Economía del Círculo de Empresarios, recuerda en declaraciones a Vozpópuli que "en abril de 2018, cuando el petróleo estaba estable en torno a 75-80 dólares, el IPC escaló al 2-3%, con lo que si se mantiene en torno a los 75 dólares por barril de forma estable durante medio año, el IPC sí se podría ir al nivel del 2-3%".
La experta explica que esta traslación del precio del petróleo a la cesta de la compra se produce porque afecta al precio del transporte, de la vivienda e incluso de los productos frescos, ya que el petróleo es necesario en su proceso de producción, entre otras cosas porque más del 80% del transporte de mercancías en España se realiza por carretera en detrimento del ferrocarril, algo que no sucede en otros países de Europa.
También subirá el precio de algunos servicios turísticos -contemplados en el IPC- ya que las aerolíneas y otras empresas de transporte podrían repercutirlo en el precio de sus billetes y los paquetes turísticos podrían encarecerse.
Cautela con la evolución
"Tiene un impacto directo para el consumidor por la subida del precio del transporte y de los productos frescos, que luego se traslada a otros productos de la cesta de la compra (que tienen como materia prima esos productos frescos), lo que se traduce en una pérdida de poder adquisitivo", apunta.
Aún así, Coronil se muestra cauta, ya que cree que hay que esperar a ver si el precio se mantiene en ese nivel o vuelve a bajar al precio de la semana pasada. "Si es una cosa puntual no tendrá impacto a priori en la economía española, el problema está en si se estabiliza en torno a los 75-80 dólares por barril porque entonces sí habrá una traslación directa en el IPC".
El riesgo de que la inflación crezca por encima de lo esperado, unido a la mayor desaceleración económica, acerca el peligro de "estanflación", señala por su parte Massimo Cermelli, profesor de Economía de Deusto Business School. Este fenómeno se produce cuando una economía no crece pero genera inflación, lo que se produce sobre todo porque esa inflación se importa (vía petróleo, por ejemplo).
"Algo que sería peligroso sería que el barril llegue a los 100 dólares. No parece que vaya a pasar, porque EEUU ha dicho que va a sacar las reservas y porque sigue habiendo alguna empresa de cracking que va a ofrecer petróleo a precio más bajo", comenta a este medio.
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