Su nombre es ChatGPT y no se habla de otra cosa estos días entre los fans de la Inteligencia Artificial. Está considerado por la comunidad como el mejor chatbot que se ha desarrollado hasta el momento, pero como casi cualquier avance tecnológico, también ha nacido con polémica.
Su nivel de precisión y realismo en las respuestas es tan alto que se ha prohibido su uso en escuelas públicas de Nueva York. Hacer trabajos desde la plataforma era un proceso tan 'profesional' que ni los profesores serían capaces en muchos casos de diferenciar un trabajo elaborado por un humano de uno creado por este sistema de Inteligencia Artificial.
Es utilizado desde hace tiempo en España, pero cuando se accede a la plataforma se ha de aceptar la Política de Privacidad, que es la que establece las condiciones de uso y lo que se hace con nuestros datos, así como la información a la que accede ChatGPT cuando se utiliza.
De entrada, hace acopio de cualquier mensaje que enviemos. "Si se comunica con nosotros, podemos recopilar su nombre, información de contacto y el contenido de cualquier mensaje que envíe ", detalla la Política de Privacidad de Open AI, compañía de investigación de Inteligencia Artificial sin ánimo de lucro cuyo objetivo es desarrollar y promover esta tecnología, y creadora de ChatGPT.
También recoge información personal de sus páginas de redes sociales. "Tenemos páginas en sitios de redes sociales como Instagram, Facebook, Medium, Twitter, YouTube y LinkedIn. Cuando interactúa con nuestras páginas de redes sociales, recopilaremos la información personal que elija proporcionarnos".
Además, se almacenan más detalles, y de mayor precisión, de los usuarios, como "datos de registro: Información que su navegador envía automáticamente cada vez que visita el Sitio. Los datos de registro incluyen su dirección de Protocolo de Internet, el tipo y la configuración del navegador, la fecha y hora de su solicitud y cómo interactuó con el Sitio".
La Unión Europea cuenta con el Reglamento General de Protección de Datos, una directiva de aplicación en todos los Estados miembro que vela por el buen tratamiento de los datos de los europeos, y que deben cumplir las empresas que utilicen datos de ciudadanos del viejo continente en sus actividades
"Nosotros y nuestros proveedores de servicios externos podemos usar cookies u otras tecnologías de seguimiento para recopilar información sobre sus actividades de navegación a lo largo del tiempo y en diferentes sitios web después de su uso del Sitio. Nuestro sitio actualmente no responde a las señales de "No rastrear", apunta la Política de Privacidad.
ChatbotGPT puede compartir tus datos con terceros
La plataforma también desvela que la información personal recolectada de cada usuario se puede compartir "con terceros sin previo aviso", a menos que no lo permita la ley.
Entre las situaciones en las que facilita estos datos, Open AI explica que lo puede hacer con proveedores y vendedores de servicios "para ayudarnos a satisfacer las necesidades de las operaciones comerciales y realizar ciertos servicios y funciones, podemos compartir información personal con vendedores y proveedores de servicios, incluidos proveedores de servicios de alojamiento, servicios en la nube y otros proveedores de servicios de tecnología de la información, gestión de eventos servicios, software de comunicación por correo electrónico y servicios de boletines por correo electrónico, servicios de publicidad y marketing, y servicios de análisis web", y detalla que "de acuerdo con nuestras instrucciones, estas partes accederán, procesarán o almacenarán información personal en el desempeño de sus funciones para con nosotros".
Así las cosas, la Unión Europea (UE) cuenta con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), una directiva de aplicación en todos los Estados miembro que vela por el buen tratamiento de los datos de los europeos (independientemente del lugar y empresa del mundo en el que sean tratados). Debe ser cumplido por aquellas empresas que utilicen datos de los ciudadanos del viejo continente.
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