Economía

China aumenta las inspecciones a los principales reguladores económicos y financieros

El Gobierno de China ha iniciado en los últimos días una nueva ronda de inspecciones a los principales reguladores económicos y financieros, así como a los cinco grandes bancos del país. El jefe del organismo anticorrupción, Li Xi, es tajante al respecto y busca centrar los esfuerzos de Pekín en vigilar la expansión de la industria

En concreto, serán 34 los objetivos de las inspecciones disciplinarias. De este modo, se lograría identificar la corrupción y garantizar que las agencias gubernamentales siguen en todo momento la línea del Partido Comunista. Y es que el punto de mira está puesto también en el Banco Central de China, sus reguladores bancarios, de valores y de divisas, así como sobre el Ministerio de Finanzas y el Gobierno.

Los cinco mayores bancos estatales de China (Banco Industrial y Comercial de China, Banco Agrícola de China, Banco de China, Banco de Construcción de China y Banco de Comunicaciones) se verán afectados, así como dos aseguradoras estatales y el Banco de Exportación e Importación.

Se trata de las primeras inspecciones del presidente Xi Jinping desde que éste defendiese los riesgos financieros y presentase su visión de superpotencia financiera. En aquella ocasión, mostró una gran diversidad de criterios y requisitos regulatorios. Fue en la Conferencia Central de Trabajo Financiero celebrada en octubre del pasado año.

El pulso de la economía China

China se siente orgullosa de su balance económico de 2023, pues creció un 5,2% durante el pasado año. La incertidumbre económica se apodera del país, por lo que el Gobierno ha emitido una ‘tarjeta de puntuación’ para calificarla. Todo ello, pese a que el PIB alcanzó los 18 billones de dólares.

China es una de las principales economías de más rápido crecimiento, con un incremento de más de 833.000 millones de dólares, lo que se traduce con el volumen de una economía de tamaño medio, creando 12,44 millones de empleos urbanos. El ingreso disponible per cápita creció un 6,1%, las importaciones y exportaciones subieron hasta los 5,8 billones de dólares en 2023 y las reservas de divisas superaron, con creces, los 3,2 billones de dólares a finales de año.

De hecho, China consigue contribuir con el 32% del crecimiento económico mundial, más que los países del G7 juntos. La exportación de productos del ‘Nuevo Trío’ (vehículos de nueva energía, baterías y energía renovable) supera los 138 millones de dólares, para la producción y las ventas de NEV, que representan el 60% de los niveles mundiales.

Durante los primeros meses de 2024, China ha conseguido que su economía mantenga un fuerte impulso ascendente. El informe publicado por la Aduana China, pone en valor el comercio de bienes del país, que entre enero y febrero alcanzó los 918.000 millones de dólares (un incremento del 8,7% interanual). Además, las exportaciones subieron a 520.000 millones de dólares (aumento del 10,3%) y las importaciones hasta los 398.000 millones de dólares (aumento del 6,7%).

Alinear los intereses

Todo pasa por alinear los intereses del Gobierno y de las empresas. Los máximos dirigentes se han enfocado en una remodelación radical del segundo mercado financiero más grande del mundo, que cuenta con un conjunto de activos de 461 billones de yuanes (63,7 billones de dólares).

Son los propios inspectores los encargados de verificar las funciones, responsabilidades y el nivel de disciplina de las entidades financieras a la hora de abordar los riesgos, analizando los intereses comunes entre el rumbo político y la situación económica, rectificando todo tipo de problemas.

El mercado financiero de China tiene la obligación de reunir recursos para servir a los esfuerzos nacionales, apuntalando el crecimiento de la economía real y superando toda clase de riesgos (internos y externos), a expensas de sus ganancias.

Hay datos que señalan recortes importantes por parte de los funcionarios y ejecutivos, a los cuales se les ha pedido que abandonen los ‘defectos de carácter’, como la avaricia y el elitismo. De este modo, quedarían plenamente alineados con el Partido Comunista.

Podría hacerse una comparativa clara con la solución occidental de gestión ambiental, social y de gobernanza (ESG), teniendo como base una cuestión global. Solo así se logrará poner en marca el funcionamiento correcto de las instituciones financieras chinas frente a la corrupción latente.

Los casos de alto perfil involucraron al ex vicegobernador del banco central Fan Yifei, al ex director del Banco de China, Liu Lianke, y al ex presidente del China Everbright Group, Tang Shuangning.

Y es que el sector bancario siempre ha sido y será el foco de atención de los que fomentan la anticorrupción como base de una supervisión partidaria más estricta, intrusiva y generalizada. Una penetración más profunda en las entidades financieras mediante la creación de más comités y unidades del partido en más bancos, aseguradoras y corredores de valores. Si se persigue a quienes aceptan sobornos, el Partido Comunista considera que podrá investigar y atajar la corrupción, escondida tras los riesgos financieros, suprimiendo a su vez las barreras morales que la respaldan.

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