El operador de Internet de las Cosas (IoT) francés, Sigfox, se ha hecho con un contrato valorado en 300 millones de euros con el potencial de teleasistir a 300 millones de ancianos en China, casi una cuarta parte de la población -1.335 millones-. La compañía gala le arrebató el contrato a Huawei, compañía de referencia tanto a escala mundial como en China en lo que a soluciones e infraestructuras de red se refiere.
En un país, el chino, que por sus dimensiones es prácticamente un continente, la deslocalización de muchos de sus ciudadanos es un problema gubernamental. Más si hablamos de los ancianos. En la mayoría de los casos se encuentran en zonas rurales, de orografía complicada. Además, del total de 300 millones de ancianos antes mencionados, 70 millones se encuentran en precariedad.
Esto dificulta al Gobierno chino de Xi Jinping prestar el servicio de salud de los ciudadanos antes mencionados, algo de vital importancia dado que además son un grupo de población con una salud más delicada por motivos obvios.
Casi uno de cada cuatro ciudadanos de China son ancianos
El Gobierno chino firmó para paliar esta situación un contrato con Sigfox, quien contará con Senioradom como desarrollador de la solución. El sistema pemitirá monitorizar a distancia a los mayores del país. Se da la circunstancia de que el Gobierno chino ha apostado por una empresa francesa, y no por Huawei, principal socio tecnológico del país con oferta en Internet de las Cosas -además de una empresa patria-. El hecho de que no posea una alta especialización en el IoT en zonas remotas ha sido clave en la decisión del Gobierno de Pekín. Huawei, con una posición privilegiada en la zona, trabaja con otra tecnología de mayor ancho de banda (NB-IoT) pero con una menor penetración en China. Los ancianos de las veinte ciudades más grandes del país serán inicialmente los beneficiados por el acuerdo.
El sistema permite detectar, mediante dispositivos y wereables -ropa tecnológica-, el estado de salud de cada persona a distancia, con el fin de mejorar su atención médica. La solución podrá saber, incluso, si el anciano sufre una caída.
Sigfox crece un 20%
Sigfox, fundada en 2014, ha aumentado un 20% sus ingresos desde 2017, hasta alcanzar los 60 millones de euros. La facturación por conectividad han aumentado casi un 100%, mientras los ingresos generales han crecido un 400%.
Su infraestructura de comunicaciones IoT ya alcanza a 60 países, una red en la que la compañía ha invertido 500 millones de euros hasta la fecha.
La meta es alcanzar una cifra total de 1.000 millones de objetos conectados en 2023. Tres años antes, según los planes de Sigfox, se habrá concretado su salido a bolsa.
Sigfox prepara el lanzamiento de satélites junto a Eutelsat, con el fin de alcanzar una cobertura IoT global para dar un mejor servicio en mar abierto o zonas de orografía compleja
"Ahora mismo acabamos de alcanzar el punto de equilibrio entre ingresos y gastos. Nuestro enfoque no es el de los grandes operadores de IoT, nosotros nos centramos en mercados concretos, como servicios sociales, hogares inteligentes o logística", explica Rebeca Crow, responsable de Sigfox en España.
La compañía prepara también el lanzamiento de una red satelital, junto a Eutelsat, para dar un mejor servicio en aguas abiertas o zonas de orografía complicada.
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