Cuando Roma quiso tomar el control de la civilización hizo suyo el Mediterráneo y lo llamó el "Mare Nostrum". Claro que, por entonces, aún quedaba una buena parte del planeta por descubrir. Más de dos siglos después, China va lanzada en la carrera por el control de la economía mundial. Y parte de su estrategia también pasa por el control del Mediterráneo, en este caso desde el punto de vista comercial. Y sin guerras con derramamiento de sangre de por medio. En los tiempos modernos, para eso están las crisis.
Un buen número de teóricos defiende que las crisis son épocas de oportunidades. El grupo chino Cosco Shipping así lo ha interpretado. Resultante de la fusión de dos grandes navieras del gigante asiático, Cosco y China Shipping, cuya competencia llegó a ser feroz, el nuevo jugador se ha encontrado con una situación de privilegio en uno de los puntos más estratégicos del comercio mundial.
Cosco aprovechó la crisis para llevar a cabo movimientos como la toma de control del puerto ateniense de El Pireo, uno de los mayores del Mediterráneo. Una oportunidad de las que surgen una vez cada mucho tiempo. La desesperada situación económica de Grecia le llevó a poner en venta prácticamente el país entero, incluido un activo tan estratégico como éste.
La estrategia de Cosco en El Pireo era convertirlo en uno de los cinco primeros del Mediterráneo en tráfico de contenedores. Para ello, la naviera debía pasar por delante de los dos mayores puertos españoles: Valencia y Algeciras. En el capítulo de los contenedores, el principal rival era el primero, toda vez que Algeciras está mucho más focalizado en el trasbordo de mercancías entre buques.
El papel de la crisis de la estiba
Sin embargo, hace tiempo que Cosco tenía su mirada puesta en España o, por mejor decir, en hacer de España uno de sus polos estratégicos. Realmente, la naviera china opera en el país desde la década de los 70. El Mediterráneo supone un punto fundamental para las rutas provenientes del Lejano Oriente, al que llegan a través del Canal de Suez. En este punto, otra crisis iba a ser fundamental para que Cosco pasara de ser una más a un actor principal en los puertos españoles.
No es otra que la crisis de la estiba, la provocada por la complicada reforma del sistema que España sólo ha accedido a llevar a cabo cuando se ha visto sancionada por los tribunales de la Unión Europea. Una situación que ha precipitado determinadas decisiones, como las de algunos de los accionistas del operador Noatum, que decidieron salir siete años después de adquirir la entonces llamada Dragados Servicios Portuarios Logísticos.
Con la compra del 51% de Noatum, Cosco se ha asegurado el control del puerto de Valencia, al que apenas hace un año identificaba como el principal rival de El Pireo para situarse a la cabeza de los puertos del Mediterráneo.
La ampliación de Algeciras
Y la historia no termina en este punto. Porque la naviera china está muy interesada en hacerse con la tercera terminal del puerto de Algeciras, cuyo proceso de adjudicación ya se ha visto retrasado en dos ocasiones debido precisamente a los efectos de la crisis de la estiba, que están siendo especialmente dañinos para la infraestructura andaluza. La última fecha límite para la presentación de ofertas se ha fijado para el 30 de junio.
En el caso de que Cosco consiga este nuevo objetivo, China podría dar prácticamente por conquistado el Mediterráneo. Una apuesta arriesgada en tiempos de crisis y de consolidación en el sector del transporte de mercancías.
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