China rebajó al 3,85% su tasa referencial para créditos (LPR) a un año que el Banco Popular de China (BPC, central) comenzó a medir en agosto para reducir el coste del endeudamiento corporativo y aliviar el impacto económico causado por el coronavirus, informó hoy la agencia estatal de noticias Xinhua.
Así, la llamada tasa referencial para créditos se redujo en 20 puntos básicos hasta situarse en el 3,85%, el mínimo desde el inicio de su registro, frente al 4,05% registrado en los meses de marzo y febrero, y el 4,15% de los tres meses previos.
Esta tasa se calcula a partir de las contribuciones a los precios de una serie de bancos, incluyendo pequeños prestamistas que tienden a tener mayores costes de financiación y mayor exposición a créditos incobrables.
El cambio de medición pretende "reflejar mejor los cambios del mercado para guiar los costes de endeudamiento a un nivel más bajo y apoyar de esta forma a la economía real", según Xinhua, es decir, auxiliar a los negocios afectados por la debilidad de la demanda interna derivada de la crisis del coronavirus.
El empleo sigue siendo débil y la demanda externa está retenida por los confinamientos"
En un informe enviado a sus abonados, la consultora Capital Economics asegura que esperaba esta reducción tras las últimas variaciones a la baja de las tasas de los préstamos a medio plazo (MLF), anunciados el pasado día 15 y que pasaron del 3,15% al 2,95%.
"El BPC ha estado relajando las condiciones monetarias mediante una amplia gama de instrumentos. Es una señal de que las autoridades se han tomado en serio la flexibilización monetaria", asegura el economista Martin Rasmussen, de la citada consultora, en un informe enviado a sus abonados.
Empleo y demanda externa
Según el experto, "el empleo sigue siendo débil y la demanda externa está retenida por los confinamientos", por lo que "es de esperar más medidas del BPC para apuntalar la actividad" y asegurarse de que el crédito sigue fluyendo pese a las interrupciones de la actividad provocadas por el virus.
En marzo, varios indicadores económicos relativos a enero y febrero reflejaron la caída de la actividad en la segunda potencia económica mundial, donde la pandemia llegó a paralizar el país y ha dejado al menos 4.632 muertos por Covid-19 entre los 82.747 contagiados por coronavirus diagnosticados desde el inicio del brote.
De hecho, el impacto de la crisis del coronavirus sobre la economía provocó que China registrase en el primer trimestre su primera bajada del PIB en más de cuatro décadas, del 6,8%, aunque los analistas ven en algunos datos relativos a marzo el inicio de una recuperación que, no obstante, será más lenta que la caída.
El objetivo de Pekín es evitar entrar en recesión, lo que obliga a la economía china a registrar un crecimiento interanual positivo en el segundo trimestre del año.
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